Dios en el Fuego: Un Llamado a la Fidelidad
Pastor Zacarías Foust
El fuego es una prueba que purifica y revela la presencia de Dios en medio de las dificultades. La historia de Sadrac, Mesac y Abed-nego en el horno de fuego ardiente es un poderoso recordatorio de que Dios no abandona a sus hijos cuando se mantienen firmes en su fe.
La Prueba de la Fidelidad
La Biblia nos relata en Daniel 3:21-30 cómo estos tres varones fueron lanzados al horno de fuego por negarse a adorar la estatua del rey Nabucodonosor. Ellos sabían que su lealtad a Dios podía costarles la vida, pero prefirieron mantenerse fieles antes que comprometer su fe.
Sin embargo, en medio del fuego, Dios estaba con ellos. El rey Nabucodonosor, asombrado, vio no a tres, sino a cuatro varones dentro del horno, y reconoció que el cuarto tenía un aspecto divino. Esto nos enseña que Dios nunca nos deja solos en nuestras pruebas, sino que se manifiesta de maneras sobrenaturales cuando permanecemos firmes en Él.
El Fuego como Oportunidad para Ver a Dios
Muchos desean experimentar la presencia de Dios, pero no quieren atravesar el fuego de la prueba. Sin embargo, la historia nos muestra que el fuego es precisamente el lugar donde Dios se hace más evidente. ¿Cuántas veces hemos clamado por su presencia sin darnos cuenta de que está con nosotros en medio de nuestras dificultades?
Jesús dijo en Mateo 18:20: "Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".Así como Dios se manifestó en el fuego con Sadrac, Mesac y Abed-nego, Él sigue presente en nuestras pruebas.
Dios Cuida de los Suyos
La historia de estos tres jóvenes nos recuerda que Dios es poderoso para librarnos de cualquier situación. No importa cuán feroz sea el horno al que seamos lanzados, Dios tiene el control y nos guardará.
Esto nos lleva a hacernos una pregunta importante: ¿Nos estamos levantando por Dios, o nos estamos doblando ante la presión del mundo? En Babilonia había miles de judíos, pero solo tres decidieron mantenerse firmes. ¿Dónde estaban los demás? ¿Por qué se rindieron ante la idolatría?
Moisés y la Llamada de Dios
Otro ejemplo de la presencia de Dios en el fuego es la zarza ardiente de Éxodo 3. Moisés, después de huir de Egipto y vivir en el desierto durante 40 años, pensó que su oportunidad de servir a Dios había pasado. Pero Dios tenía otros planes.
Desde el fuego de la zarza, Dios le habló y lo llamó nuevamente a su propósito. Dios no había terminado con Moisés, y tampoco ha terminado contigo.
Si alguna vez sentiste el llamado de Dios pero te has alejado, Él te sigue llamando. Quizás has seguido las ovejas equivocadas y te has ensuciado con el mundo, pero hoy Dios te invita a regresar a su servicio.
Cinco Pasos para Regresar a Dios
Si sientes que te has apartado, aquí hay cinco pasos para volver a Dios:
Acércate a la presencia de Dios. No hay restauración sin comunión con Él.
Quítate la inmundicia del mundo. Deja atrás lo que te impide seguir a Dios con todo tu corazón.
Humíllate delante de Dios. La restauración comienza con un corazón quebrantado.
Dedica lo poco que tienes al servicio del Señor. Dios usa lo poco y lo multiplica.
No te rindas ante la oposición. Aunque las caras del pueblo sean hostiles, mantente firme en la voluntad de Dios.
Conclusión
Dios está en el fuego con nosotros. No importa la prueba, Él está presente. La pregunta es: ¿Te levantarás por Él?
No sigamos ovejas equivocadas ni dejemos que el mundo nos distraiga de nuestro llamado. Dios nos ha puesto en este mundo para un propósito mayor. Levántate y sirve al Señor con fidelidad, porque Él es fiel con nosotros.
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