Cómo Prepararnos para las Tormentas de la Vida
Hermana Carolina Martínez
Las tormentas naturales llegan sin previo aviso y nos obligan a prepararnos. De la misma manera, en la vida enfrentamos tormentas espirituales y emocionales que nos desafían y prueban nuestra fe. Pero Dios nos ha dado herramientas para enfrentarlas con confianza y fortaleza.
Dios nos da seguridad en la tormenta
Isaías 43:1-2 dice:
"No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti."
Dios no nos promete que nunca enfrentaremos dificultades, pero sí nos asegura que estará con nosotros en cada prueba.
Las tormentas pueden llegar de diferentes maneras
Algunas de las tormentas que enfrentamos incluyen:
La pérdida de un ser amado.
Enfermedades difíciles.
Hijos alejados del Señor.
Desánimo o depresión.
Problemas dentro de la iglesia.
Estas situaciones pueden desestabilizarnos, pero si nos preparamos, podremos enfrentarlas con fe.
Cómo prepararnos para las tormentas espirituales
1. Orar siempre
Jesús nos enseñó en Lucas 18:1 la importancia de orar sin cesar. Jabez en la Biblia pidió a Dios que lo guardara del mal, y Dios le concedió su petición. Así también debemos presentar nuestras necesidades en oración.
2. Leer la Palabra de Dios
Salmos 119:105 nos recuerda:
"Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino."
Cuando estamos en medio de la tormenta, la Palabra de Dios es nuestra guía. Memorizar versículos nos ayuda a recordar las promesas de Dios en tiempos difíciles.
3. Mantener la mirada en Cristo
Pedro caminó sobre el agua mientras su mirada estaba en Jesús, pero cuando se distrajo con la tormenta, comenzó a hundirse (Mateo 14:22-32). Mantener nuestros ojos en Cristo nos ayuda a no desanimarnos.
4. Seguir adelante
Elizabeth Elliot, después de la muerte de su esposo en Ecuador, decidió continuar con su labor misionera. Su frase "Haz la próxima cosa" nos enseña que, aunque la tormenta sea fuerte, debemos seguir avanzando con la confianza de que Dios está obrando.
Dios nos moldea a través de las pruebas
Como el alfarero trabaja el barro, Dios nos forma a través de las dificultades. Job 23:10 dice:
"Mas él conoce mi camino; me probará, y saldré como oro."
Las pruebas nos refinan y nos hacen más fuertes en la fe.
Conclusión
Las tormentas de la vida son inevitables, pero con oración, la Palabra de Dios y confianza en Él, podemos atravesarlas sin temor. Dios tiene un propósito en cada prueba y nos está preparando para algo mayor.