¡Ay de los reposados en Sion!

Pastor Tommy Ashcraft

El profeta Amós tiene un estilo pintoresco en sus profecías, utilizando ilustraciones de manera similar a nuestro Señor Jesucristo en su enseñanza. Amós, contemporáneo de Isaías, predicó durante los reinados de Jeroboam en Israel y de Uzías en Judá. Su mensaje en el capítulo 6 de su libro es una advertencia contra la opulencia, la indolencia y la indiferencia espiritual. Específicamente, la expresión "Ay de los reposados en Sion" (Amós 6:1) nos desafía a reflexionar sobre nuestra condición espiritual.

No reposemos sobre lo ya logrado

El pueblo de Israel había alcanzado un nivel de paz y prosperidad que los llevó a la comodidad. Vivían del pasado, pero no hacían nada para prepararse para el futuro. Esto no es diferente a lo que sucede hoy en día. Es peligroso asumir que, porque Dios ha obrado en el pasado, continuará haciéndolo sin nuestro esfuerzo presente.

En la vida cristiana, una victoria solo da lugar a otra batalla. Nunca debemos considerar cualquier victoria como final. La comodidad espiritual nos lleva a la pereza y a la complacencia. El doctor Jack Hyles decía: "Mantienes el éxito como lograste el éxito." Si nuestras iglesias han crecido en el pasado, debemos seguir trabajando con la misma intensidad para que continúen creciendo.

No dependamos de lo que otros hacen

No es suficiente pertenecer a una iglesia ganadora de almas o formar parte de un programa de evangelismo. Cada creyente es responsable delante de Dios por su propia vida espiritual.

Romanos 14:12 dice: "De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí."

Es peligroso depender de la obra de otros. En una iglesia activa, podemos caer en la trampa de pensar: "Alguien lo hará."Pero el compromiso personal es clave.

Jonathan, el hijo del rey Saúl, le dijo a David en 1 Samuel 20:18: "Y tú serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío."

Cada creyente debe preguntarse: Si mi asiento está vacío, ¿seré echado de menos? Nuestra participación en la iglesia, en el evangelismo y en el servicio es vital. La fe sin acción es inútil.

No dependamos de buenas intenciones futuras

Las buenas intenciones no son suficientes. Muchos cristianos dicen: "Algún día me uniré al coro, comenzaré a diezmar, me involucraré en una ruta evangelística." Pero las intenciones sin acción no producen frutos.

1 Crónicas 28:10 nos recuerda: "Mira, pues, ahora que Jehová te ha escogido para que edifiques casa para el santuario; esfuérzate, y hazla."

Las buenas intenciones no pagan las cuentas ni cambian vidas. Debemos convertir nuestras intenciones en acción concreta.

No permitamos que la desobediencia de otros nos desanime

La obediencia es personal. El hecho de que otros no hagan lo correcto no excusa nuestra propia desobediencia.

Santiago 4:17 dice: "Al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado."

Muchos personajes bíblicos sirvieron solos en momentos cruciales:

  • Moisés pasó 40 años en el desierto antes de guiar a Israel.

  • David enfrentó solo a Goliat.

  • Elías oró solo y el fuego descendió del cielo.

  • Pablo testificó solo en su defensa ante los romanos.

  • Cristo fue solo a la cruz.

Si nadie más quiere hacerlo, eso significa que Dios quiere que yo lo haga. La obediencia a Dios es personal e intransferible. Nuestro compromiso con Dios no debe depender de lo que hagan o dejen de hacer los demás.

Conclusión

El mensaje de Amós sigue siendo relevante hoy: "Ay de los reposados en Sion." Dios nos llama a no vivir del pasado, a no depender de otros, a no conformarnos con buenas intenciones y a no desanimarnos por la desobediencia ajena.

Dios sigue usando:

  • La locura de la predicación.

  • El evangelismo personal.

  • El discipulado fiel.

  • La obra misionera.

No reposemos en Sion. Sigamos sirviendo a Dios con intensidad y fidelidad.

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