Posiblemente, si Usted está batallando para lograr triunfo en su vida Cristiana, es porque ignora acerca de las cosas que Dios nos da para pelear la buena batalla de la fe.
¿Está Usted satisfecho? Algunos están satisfechos con el pecado. Algunos están satisfechos con la salvación. ¿Usted se satisface solamente con servir?
Tenemos a un Dios poderoso. Nuestro Dios no es como los otros dioses. Ciertamente, hay otros dioses. Pero ellos tienen ojos y no ven. Tienen oídos y no oye. Tienen bocas y no hablan. Nuestro Dios, en cambio, es Todopoderoso. Nuestro Dios tiene toda potestad. Él puede hacer y deshacer todo lo que vemos y aun lo que no vemos.
Dos mil años han pasado desde el primer capítulo de Hechos. La verdad triste es que los errores de Hechos 1 son los errores del 2022. Es más fácil mirar en búsqueda del reino que en búsqueda de pecadores. Es más fácil mirar hacia arriba que mirar a nuestro alrededor. Es más fácil hacer trabajo en la iglesia que llevar a cabo la Gran Comisión. Vamos a comprometernos a obedecer los mandatos de Cristo dados a nosotros antes que Él se fuera otra vez al Cielo.
Para todo lo que Dios ha creado, Satanás tiene un sustituto. No te dejes engañar.
¡No te distraigas! Si sabes qué tienes que hacer para Dios, no te desvíes.
¿Se ha preguntado por qué nos decimos “hermano” y “hermana”? Es porque Dios es nuestro Padre y nosotros somos sus hijos.
Dios le prometió protección a Josué en el vs 5 — “nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida”. Y nosotros también tenemos esta garantía — “si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
Es solo en la Iglesia — en la reunion organizada y formal de los hijos de Dios — donde se presenta el Hijo unigénito de Dios. Es cuando, como iglesia, nos congregamos para orar, cantar, ofrendar y ser expuestos a la Palabra de Dios, que tenemos la garantía de la presencia de Cristo.
La Palabra de Dios es para siembre. Sus declaraciones tienen echos desde la eternidad pasada hasta la eternidad futura. No hay un rincón del universo en donde no se puedan oír. Con ellos, todo lo puede atar y todo lo puede desatar. Con una sola pronunciación, puede hacer o deshacer. Y para todo esto, no batalla, no se cansa, no labora y no se esfuerza. Simplemente habla.
Hay formulas bíblicas para que lo que hagamos sea productivo. El primer paso es asegurarnos que somos parte de algo que le agrada Dios. Dios quiere bendecir al hogar. Dios quiere bendecir al que es diligente en darle la gloria a él. Dios quiere bendecir a los obedientes. Dios quiere bendecir a la iglesia.
Usted y yo tenemos el privilegio de ganar almas para el Rey de reyes y Señor de señores. ¿Cuántas almas ha ganado Usted en el último mes? No olvide ganar almas para Cristo.
No tenemos que rogar. No está condicionado. No hay alguna penitencia que tengamos que hacer. Él ya nos ha perdonado, lo único que tenemos que hacer es aceptar el perdón para reconciliar la relación con Dios.
El pecado de Eva se puede reducir a una simple declaración: Eva creyó al Diablo antes que a Dios.
¿Estas trabajan y cargado? Están bien. ¿Por qué no traer venir a Jesus para que el te de lo que necesitas para poder trabajar y llevar tu carga sin cansarte y sin lastimare.
Yo creo que es posible ver algo tantas veces que nos hacemos ciegos al significado y al propósito de lo dicho. Sabemos qué debemos de ganar almas. Sabemos que debemos de bautizar a nuestros convertidos y sabemos que debemos de enseñarles la Biblia. Sin embargo, es demasiado común, ganarlos, bautizarlos y olvidarlos.
Lunes por la noche
Martes por la mañana
Martes por la Noche
Un Pastor Según el Corazón de Dios
Jeremías 3:6-15
14 Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sion;
15 y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia.
Introducción
En el capítulo previo al de nuestro texto, Dios había reprendido a su pueblo por su apostasía y por sus rebeliones. Pero en éste capítulo se extiende una invitación por gracia y una exhortación a arrepentirse y probar la misericordia de Dios que para mostrar que cuando abunda el pecado, sobre abunda la gracia.
Dentro de esta invitación y exhortación, Dios hace un ofrecimiento al pueblo rebelde y desleal. Les dice que si se convierten de su rebeldía, volvería a tomarlos y (v.15) a darles pastores según el corazón de Dios que los apacentarían con ciencia y con inteligencia.
El título de éste mensaje es: “Un Pastor Según el Corazón de Dios”.
El ofrecimiento de Dios a darles pastores según Su corazón que los apacentaran con ciencia y con inteligencia viene con condiciones.
En esos días, Israel se había dividido en dos – el reino del norte y el reino del sur. El reino del norte retuvo el nombre de “Israel” y el reino del sur era conocido como “Judá”.
Dios dice que Israel y Judá eran rebeldes. Habla de su fornicación en los vv 6, 8 y 13. Habla de su adulterio en el v. 9.
El pueblo de Dios había introducido a mujeres extrañas en sus familias. “Debajo de todo árbol frondoso y sobre todo monte alto fornicaban.” El pecado de la inmoralidad había infectado el pueblo de Dios. No más podía Dios bendecirles. No más podía Dios apacentarles. Se habían apartado tanto de Dios que ya no podían recibir lo que Dios quería darles.
El les dijo (v.7) que se volvieran a Él, pero “no se volvio” Israel ni Judá.
Y se comparaban la una con la otra. Estimaban ser mejor la una que la otra y dice el v. 8 que Israel “no tuvo temor” y Judá lo vio y lo imitó.
¡Qué acusaciones más pesadas! Fornicación. Adulterio. Rebeldía. Falta de temor a Dios. ¡Qué terrible posición para el pueblo de Dios!
Pero no solo eso. Dice el v. 9 que se habían contaminado. Que porque se les hizo cosa liviana la fornicación – porque no le dieron importancia, la tierra se contaminó. Y luego se fueron adulterando con piedras y leños. En otras palabras, se volvieron a los dioses falsos – ¡a las estatuas y las imágenes!
En el v. 10, dice Dios que aún con todo esto, Judá no se volvió a Él, de todo corazón. Habían dicho que sí, pero en realidad, dice que lo hicieron, fingidamente. ¡Fueron hipócritas! Aparentaban ser religiosos, pero no eran lo que aparentaban.
Dios se aíra contra ellos y dice que Israel, por rebelde que era, parecía justa en comparación con la deslealtad de Judá.
Dios odia la hipocresía y la deslealtad. Dios no bendice a personas hipócritas y desleales. Dios no va a bendecir a su pueblo sí es hipócrita y desleal. No lo va a bendecir. No lo hará.
Pero Dios sí quiere bendecir a su pueblo. ¿Qué les dice Dios que tienen que hacer para que Él les pueda bendecir con pastores según su corazón?
v. 12 dice “Vueltete, oh rebelde Israel”. La rebeldía es el resultado de un distanciamiento de Dios. El rebelde simplemente está lejos de Dios en su corazón y necesita “volverse” a Dios.
V. 13 dice “Reconoce, pues, tu maldad.” Proverbios 28:13 “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.” Dios tiene un abasto ilimitado de misericordia, pero solo se dispone a aquel reconoce su pecado y se aparta.”
V. 14 dice “Convertíos, hijos rebeldes.” Esto implica renovación de corazón. Implica hacer las cosas con un intenciones puras y correctas. Está hablando de cambio notable y manifestable en la vida del creyente – sin hipocresía, sin deslealtad y sin fingir.
Ahora, el resultado de esto, es que Dios les dará a su pueblo pastores conforme a su corazón.
Tu te quejas de tu pastor. Criticas a tu pastor. Juzgas a tu pastor, y te preguntas ¿por qué Dios no te ha dado un pastor como aquel o como el que tenías y la respuesta es sencilla: es porque hay fornicación y adulterio, rebeldía y distanciamiento de Dios, hipocresía y deslealtad y fingimiento en la iglesia.
Cuando una iglesia, como grupo, como un cuerpo, pueda volverse a Dios, reconocer su maldad y convertirse de su rebelión, entonces, y no antes, Dios le dará un pastor conforme al corazón de Dios.
Siga criticando y juzgando y quejándose de su pastor. Pero él nunca será lo que Usted necesita – lo que Dios quiere que Usted tenga – hasta que se vuelva, reconozca y se convierte.
Ahora, ese no es el mensaje. Tenía que decirse. Pero no es el mensaje.
¿Qué cualidades tiene un pastor conforme al corazón de Dios?
¿Cómo puede, Usted saber si tiene un pastor conforme al corazón de Dios?
¿Cómo puede un pastor saber si él es un pastor conforme al corazón de Dios?
1. El será generoso. Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Un hombre tacaño no es un pastor conforme al corazón de Dios.
1 Timoteo 3 nos da los requisitos para aquellos que quieran ser pastores. Dice que el que quiere ser pastor no debe ser “codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro.”
Un pastor conforme al corazón de Dios será un hombre dispuesto a dar lo que tiene para la obra y para la gente de Dios.
2. Será libre de delitos. Lucas 23:4 dice: “Y Pilato [hablando de Jesus] dijo a los principales sacerdotes, y a la gente: Ningún delito hallo en este hombre.”
Ahora, esto no está hablando de ser libre de acusaciones. Jesús cue acusado y fue acusado de cosas que ni él conocía. Y cuando un hombre quiere hacer lo correcto, será acusado por gente malvada.
Si tu quieres servir a Dios, prepárate para ser acusado. Prepárate para ser atacado. Prepárate para que “os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.” (Mateo 5:11). Pero las acusaciones no deben de revelar pecado.
No es decir que el pastor conforme al corazón de Dios está sin pecado. Sino que cuando es puesto a prueba, salga limpio, y como dice 1 Timoteo 3:2, sea “irreprensible”.
3. Será buen esposo y padre. 1 Corintios 8:6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo [el esposo], por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.
Ser conforme al corazón de Dios implica poseer algunas de las cualidades de Dios. Dios es nuestro Padre y Jesus es nuestro esposo. El varón de Dios será un buen padre y un amoroso esposo.
1 Timoteo 3 nos marca que será esposo de una sola mujer y que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)
Un hombre que descuida a sus hijos y que es desleal a su mujer, no puede y no debe ser pastor. El pastor debe cuidar a su esposa como Cristo cuida a la iglesia.
Eso dicho, no te metas con mi esposa. Si quieres problemas con un verdadero hombre, no te metas con su esposa. Dios ha dicho que un hombre debe amar a su esposa como Cristo amó a la iglesia, dando su vida por ella. Un verdadero hombre daría su vida por su esposa.
Otra cosa, no te metas con mis hijos. Ahora, si hacen lo incorrecto, te agradezco que me lo digas, pero no juzgues a los hijos del pastor. Ellos tienen que soportar las mismas tentaciones que tus hijos tienen que enfrentar y las mismas tentaciones que tu tienes que enfrentar. Yo no juzgo a tus hijos, no juzgues a mis hijos.
“Ay, el pastor se está portando mal con nosotros.” Sí. Si no fueras, fornicario, adultero, rebelde, hipócrita, yo sería la clase de pastor que Dios quiere que tengas. Si quieres que tu pastor se convierta, conviértete tú.
Eso dicho…
4. Será humilde. Filipenses 2:5-8 “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
Un pastor conforme al corazón de Dios, reconocerá sus limitaciones. Será honesto con su gente en cuanto a sus limitaciones.
El Hno. Hyles decía: “Dile a tu gente que tienes pies de barro, pero nunca se los demuestres.” Hermanos, por la gracia de Dios, un pastor es lo que es. No puede ser más de lo que es.
Una mujer descontenta con su marido tiene dos opciones: (1) déjalo y vive en pecado, (2) aprende a contentarte con lo que tienes. Mi hija, tu lo escogiste. Tuviste la oportunidad de decirle “no” cuando te pidió matrimonio. Es demasiado tarde. Así que, puedes ser una esposa rebelde y vivir en pecado, rehusando sujetarte a tu marido, y humillándolo, o puedes orar para que Dios te de un aprecio por el y que Dios lo haga a el lo que tu necesitas que sea.
Esta iglesia tuvo la oportunidad hace 3 años y medio de decir “no”. Nadie dijo “no”. Algunos no dijeron nada. Algunos rehusaron entrar al culto durante la votación, pero nadie dijo “no”. Tú tienes al pastor que tienes. Conoces la limitaciones y las fallas de tu pastor. Ahora, puedes hacer una de dos cosas, puedes ser rebelde y desleal al pastor que Dios te ha dado y al pastor que no rehusaste y vivir en pecado sin la bendición de Dios…
(Puedes humillarlo y “mantenerlo humilde” – cosa que no te corresponde. Dice Pablo que Cristo “se humilló a si mismo”. Tu pastor no necesita que lo humilles ni que lo mantengas humilde. Tu pastor sabe lo que es.)
…puedes ser rebelde y desleal al pastor que Dios te ha dado y al pastor que no rehusaste y vivir en pecado sin la bendición de Dios, o puedes volverte a Dios, reconocer tu maldad, convertirte de tu rebelión y pedirle a Dios que tu pastor sea un pastor conforme al corazón de Dios.
Es interesante, yo no critico a la gente de esta iglesia. Yo predico por todos lados. Ésta semana pasada abordé el avión numero 30 en este año. He predicado en varios estados de la república y en distintos países a miles y miles de personas y nunca, jamas, ni una vez, te he criticado a otras iglesias ni a otros pastores, ni afuera de, ni en Monte Hebrón. Pero tu no puedes decir veinte palabras sin criticar a tu pastor o a tu iglesia o el instituto o al liderazgo que bíblicamente se ha establecido en este lugar.
Tú eres un ingrato, rebelde, hipócrita, falso. Eres un adultero espiritual y un fornicario eclesiástico. Sin embargo, te amo incondicionalmente.
En conclusión…
5. Amará a su iglesia incondicionalmente. Romanos 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
De alguna manera que no puedo explicar. Dios le da, milagrosamente, a un pastor, un amor incondicional por su gente. La verdad es que, no importa lo que digas. No importa lo que hagas. Aunque me duela. Aunque no pueda entender la traición o el espíritu con que lo haces. Te amo.
Un pastor puede ser herido por los de afuera. Puede ser defraudado, abusado, lastimado y odiado por los del mundo, pero esas heridas nunca duelen como las heridas que vienen de los de adentro. No obstante, hay un amor que nace en el corazón de un pastor hacia aquellas personas a quienes Dios le ha dado para apacentarlas que nada ni nadie le puede robar.
Yo amo a esta iglesia. Es la única iglesia, de todas en las que he predicado, en la que anhelo estar. Es la única iglesia que extraño. Es la única iglesia por a que derramo lagrimas orando por sus miembros.
Ustedes necesitan un pastor conforme al corazón de Dios, pero no lo van a tener, ni aun que él quiera ser ese hombre, hasta que se vuelvan a Dios, reconozcan su maldad y se conviertan de su rebeldía.
Despidan de entre ustedes la fornicación, el adulterio, la hipocresía, la deslealtad, la falsedad y la falta de temor a Dios y vuélvanse, reconozcan y conviértanse y dice Dios “os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia.”
Salmo 11:3
Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?
Introducción
David hace una pregunta en éste salmo que debería de detenernos y pensar en nuestra fe y en nuestra religión.
Hable de los fundamentos sobre los cuales cada Israelita había edificado su fe y su creencia en Dios. Si destruyes los fundamentos de la fe, si le quitas a la gente aquellas cosas sobre las cuales su fe en Dios se basa, su puedes persuadirles de que su religión es una farsa, o que estaba equivocada, los pones en la ruina, quebrantaras sus corazones y los harás, de todos los hombres, los más miserables.
Los principios de nuestra fe son los fundamentos sobre los cuales están edificados la esperanza y la justicia. Y nos preocupará, por interés y por deber, estar firmes sobre los fundamentos pues si los dejamos deteriorar o si los olvidamos, ¿qué ha de hacer el justo? Buenos cristianos serán deshechas si no tuvieran a un Dios a quien acudir y en quién confiar y un futuro en qué tener esperanza.
Esto es lo que David expresa cuando propone la pregunta: “Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?”
Mire Proverbios 22:28 “No traspases los linderos antiguos Que pusieron tus padres.”
El tema del año es: “Levantando los Linderos Antiguos”. El propósito de este tema, es recordarnos de la herencia que tenemos. Recordarnos de los cercos de protección que nuestros padres, tanto personajes Bíblicos usados por Dios, como personajes históricos, han establecido para nuestro bien y para la Gloria del Padre.
Hay una tendencia marcada en el mundo hoy en día de hacer a un lado los linderos establecidos tanto por la Palabra de Dios como por buenos hombres y buenas mujeres que nos preceden. Es un resistencia (y, disculpe el uso de esta palabra) pero es una resistencia a las “tradiciones” que nos hacen lo que somos.
Es un desprecio hacia las Escrituras que a la vez, nos declaran la libertad que tenemos en Cristo y nos marcan los limites de esa libertad. Hacer a un lado, o traspasar los linderos antiguos que pusieron nuestros padres es jugar con el peligro.
Tenemos que entender que Dios dio sabiduría a los hombres que uso para escribir Su Palabra. Cada amonestación, cada advertencia, cada exhortación sirve como un lindero. Cada principios, y cada dicho sabio es un fundamento. Y es sobre estos fundamentos y dentro de estos linderos que debemos de andar.
Nuestras tradiciones no son meramente tradiciones humanas. Al decirnos “fundamentalistas” estamos declarando que estamos sobre los fundamentos, no de algún hombre que arrancó un movimiento, sino sobre los mismos fundamentos de la misma Palabra de Dios sobre los cuales nuestros padres levantaron les linderos antiguos.
Dentro de su profecía contra Judah y la caída de Jerusalén a las manos de los caldeos, Jeremías reprueba a Israel por haberse apartado de las sendas antiguas, por su resistencia a la palabra de Dios, por su mundanalidad, por su maltrato hacia los profetas que hizo que sus sacrificios no fueran aceptables delante de Dios. Tanto se habían apartado de Dios que sus ofrendas no eran recibidas, sus oraciones no eran oídas y su esperanza se había acabado por lo que viene la amonestación: “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.” Jeremías 6:16
Si no tenemos cuidado, podremos caer en la misma situación en la que cayo Jerusalén: podríamos alejarnos tanto de Dios que no sean oídas nuestras oraciones y nuestras ofrendas no serán aceptables.
Los caminos de los que habla Jeremías cuando dice: “paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas", son los mismos caminos de los que habla Proverbios 12:28 donde dice: “En el camino de la justicia está la vida; Y en sus caminos no hay muerte.”
Es el mismo camino del que habla Salmos 1:5-6 “Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. 6 Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.”
¿Dónde podemos ir a pararnos a preguntar por las sendas antiguas, por el buen camino? Es sencillo – “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.” Salmo 119:9
La Palabra de Dios es ese camino. El Señor Jesucristo mismo es ese camino, él es la verdad y él es la vida.
Los que critican las “sendas antiguas” son como aquellos hebreos a quienes Dios juzgo cuando envió a los caldeos a saquear a Jerusalén que cuando se les dijo que preguntaran por las sendas atiguas, el buen camino y que anduvieran en el, dijeron: “No andaremos”.
¡Qué peligroso ponernos en contra de Dios! ¡Qué peligroso tener a Dios como enemigo! Hermanos, seremos criticados por pararnos firmes sobre el fundamento – por predicar duro la Palabra de Dios, por ser un poco diferentes, hasta peculiares, por vestirnos de cierta manera, por usar cierta clase de música, – ¡pero diez mil veces prefiero ser despreciado por los hombres que ser desechado por Dios!
1 Pedro 3:13-17 “¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, 15 sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; 16 teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. 17 Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.”
Si fueren destruidos los fundamentos ¿qué ha de hacer el justo? ¿De qué sirve vivir, si no viviremos por Dios? El es nuestro propósito, él es nuestro anhelo, él es nuestra razón de vivir.
Los linderos antiguos que pusieron nuestros padres sirven para mantenernos firmes sobre el fundamento. Y ¿quién es el fundamento? 1 Corintios 3:11 “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.”
Él es el centro de nuestra fe. Todo gira al rededor y se edifica sobre Cristo Jesus. No estamos siguiendo un hombre. Eso es andar en tinieblas. Las sectas siguen a los hombres. Nosotros seguimos a Cristo, Juan 8:12 “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”
Mire Hebreos 10:19-23 – Él es ese camino, es esa verdad, y es vida. Por el tememos acceso al Padre Hebreos 10:19-23 “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. 23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.”
Mire 2 Tesalonicenses 2:15 No predicamos tradiciones de hombres. Predicamos la doctrina de Dios. "Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.” Esto va a parecer una contradicción. No predicamos tradiciones de hombres, pero la palabra “doctrina” en este versículo es la palabra griega “parádosis” que significa la entrega de enseñanza o tradición. Dios tiene sus tradiciones. Tiene sus costumbres. Nosotros le decimos a estas tradiciones y costumbres de Dios: doctrina. Tratamos de tener mucho cuidado de no confundir la tradición del hombre con la doctrina de Dios.
Pablo de dijo a los hermanos de la iglesia de Dios que estaba en Corinto: 1 Corintios 15:1-6 “Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. 3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5 y que apareció a Cefas, y después a los doce.”
Ésta es nuestra tradición – nuestra doctrina. El evangelio del Señor Jesucristo. Es lo que nosotros creemos y en lo que nosotros perseveramos.
Este es el fundamento. Y los linderos antiguos que pusieron nuestros padres sirven para mantenernos firme sobre este fundamento. Por eso es importante reconocer las sendas antiguas que constantemente nos dirigen a la protección de los linderos antiguos.
Cuando Israel quiso buscar ayuda en Egipto por la venida inminente de Senaquerib, el rey de Asiria, Dios le promete de su gracia y les dice: “Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.”
El mundo amenaza nuestra ruina. El enemigo está en contra de todo lo que hacemos y decimos. Quiere destruirnos, quiere traspasar los linderos antiguos y destruir los fundamentos. Pero Dios ofrece esperanza. Nos dice que podemos conocer el camino y andar por él. Hermano, tenemos que mantenernos dentro de los linderos.
Salmo 126
1 Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion,
Seremos como los que sueñan.
2 Entonces nuestra boca se llenará de risa,
Y nuestra lengua de alabanza;
Entonces dirán entre las naciones:
Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.
3 Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros;
Estaremos alegres.
4 Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová,
Como los arroyos del Neguev.
5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Introducción
Este salmo probablemente fue escrito por el profeta Esdras en cuyo tiempo fue la cautividad de Israel en Babilonia (aunque no se menciona aquí, pero si se menciona en el Salmo 137).
Se refiere a una liberación sorprendente del pueblo de Dios en el cual hubo obra milagrosa de por medio y por el cual, se dice, que las naciones dirán: “grandes cosas ha hecho Jehová con ellos”.
El salmista reitera: “grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros.” Y por eso, tenemos porqué estar alegres.
Hermanos, ¿no podemos decir lo mismo nosotros? ¡Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros!
Él es nuestra fortaleza. Salmos 28:7 “Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.”
Él es nuestro poder. Romanos 15:13 “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.”
Él es nuestra roca. Mateo 7:24-27 “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.” Nuestro Dios es esa roca.”
Él es la fuente de nuestro amor. Efesios 2:4-5 “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo(por gracia sois salvos),”
Él es la fuente de nuestra esperanza. Salmos 38:15 Porque en ti, oh Jehová, he esperado; Tú responderás, Jehová Dios mío.
Él es nuestro Juez Justo. Salmos 7:11 “Dios es juez justo…”
Él es nuestra salvación. 27:1-3 “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? 2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. 3 Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.”
Si, hermanos, grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros.
Yo sé que Usted está sufriendo quebranto de corazón. Yo sé que está batallando. Yo sé que quizás Usted no sabe como van a salir las cosas – de dónde vendrá su provisión, o cómo podrá superar la prueba, pero si Jehová ha hecho cosas grandes con nosotros, entonces tenemos que creer que Jehová hará grandes cosas con nosotros.
Cuando vino la dificultad para Job, Jehová ya había hecho grandes cosas en su vida, pero perdió casi todo lo que un hombre puede perder en este mundo. Perdió sus bienes, sus riquezas, su familia, sus amigos y su salud. Pero Job fue fiel a su Dios aun sin saber si Jehová volvería a hacer grandes cosas con el. Y mientras Job estaba vestido de silicio y sentado sobre cenizas, siendo criticado y juzgado, levantó su voz y dijo: (Job 19:25-27) “Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.”
Dios no había terminado de hacer grandes cosas en la vida de Job. Y Dios no ha terminado de hacer grandes cosas en tu vida tampoco, hermano.
A veces viene la prueba, viene la dificultad. Somos abandonados por aquellos que deberían de ser nuestra ayuda, y tenemos que decir como el salmista (Salmo 121) “1 Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? 2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.” Hermano, recuerde: “5 Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. 6 El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. 7 Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. 8 Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.”
Demasiadas veces buscamos socorro en los lugares y en las personas equivocadas. El hombre nos puede ayudar, pero no nos puede librar. El hombre nos puede guiar, pero no nos puede sacar del cautiverio.
Cuando el tiempo del cautiverio de Israel había concluido, se cumplió la profecía de Isaías 45 que se había escrito: que el rey Ciro, sería el medio por el cual Jehová liberaría a Israel de Babilonia. 150 años antes del su nacimiento, fue profetizado. Ciro fue el instrumento humano por el cual Jehová hizo volver el cautiverio de Sión – por el cual Jehová hizo grandes cosas.
Dios podrá usar a hombres para llevar a cabo tu liberación, pero recuerda que es Jehová quien libera. Es Jehová quien ha hecho y quien hará grandes cosas en tu vida.
Ten fe. Ten paciencia. Ten esperanza. Dios le dijo a Daniel (9:22-23) “…ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento. 23 Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado.”
Al momento que clamamos a Dios, Él comienza a poner en movimiento el cosmos para que cada pieza se acomode y cada circunstancia se alinee comprobando que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28).
Imagínese al pueblo de Israel, que al principio de sus 70 años de cautividad en Babilonia, comenzaron a rogar a Jehová por su libertad, sin saber que, de hecho, décadas antes se había dado la orden por medio de su profeta.
Hermano, yo no estoy diciendo que no sufrirá cautividad. No estoy diciendo que no llegará a estar bajo alguna carga. No estoy diciendo que no habrá momentos difíciles, pero lo que sí estoy diciendo, y lo que nos enseña la Palabra de Dios, es que Jehová ha hecho grandes cosas con nosotros, y no hay porqué dudar que volverá a hacerlas.
El salmista nos cuenta que esta liberación fue de repente. Dijo que cuando vendría, serían como los que sueñan. No podrían creerlo. Sería sobrenatural y super natural. Dijo: “Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan.”
Usted no sabe cuándo Jehová para lo que va a hacer. No puede programarlo, no puede pronosticarlo, no puede adivinarlo.
Jehová le dijo a Habacuc (2:3) “Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.”
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente…” (2 Pedro 3:9) Sea paciente hermano. Ore. Confíe. La libertad vendrá y Jehová para grandes cosas.
Pedro está en la cárcel por predicar el evangelio. Durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas y los guardas delante de la puerta, se le presentó el ángel del Señor. Le pica a Pedro en las costillas y le dice: “Levántate pronto. Apriétate el cinto, ponte los tenis y sígueme.” Se le caen las cadenas. Pasan por la primera puerta y los guardas, luego por la segunda puerta y mas guardas. Llegan a la puerta de la calle que se abre por sí misma. Pedro pensó que estaba soñando. Pensó que era una visión, pero cuando le pegó el viento frio de la noche en la cara, reaccionó y entendió que Dios lo estaba liberando.
Hermano, puede que así sea su liberación – como dijo el salmista: “Seremos como los que sueñan.”
¡Qué gozo! ¡Qué alegría cuando Jehová hace grandes cosas con nosotros! Ya lo hizo en el pasado. Efesios 2:4-7 “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo(por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.”
¿Por qué dudar que lo hará de nuevo? Si hemos confiado en Él para la salvación de nuestras almas, ¿por qué no confiar en el para la preservación de nuestra vida?
Si Él tiene cuidado de nosotros, ¿por qué no echar todas nuestras ansiedades sobre Él?
Cuando Pedro llegó al lugar donde la iglesia estaba orando por su liberación y toco la puerta, una jovencita, Rode, escuchó su voz y la reconoció, pero de la emoción, en lugar de abrir la puerta, regresó rápido a decírselo a los hermanos que estaban orando. Pero dijeron, “No, no, no mi hija. Estás loca. No es Pedro. Ha de ser su ángel.” “Mas Pedro, dice Hechos 12:16, “persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos.”
Así, dice el salmista, quedarán los que ven al pueblo de Dios cuando Jehová lo libera de la cautividad. “Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.”
Yo no puedo predecir cuándo vendrá, si es que vendrá la liberación de Usted en esta vida. Quizás su liberación vendrá el día que el Señor le lleve a casa. Quizás su liberación será cuando este en la presencia de Cristo. Yo no sé. Lo que sí sé es que su liberación vendrá.
Ilustración: José Balderas.
“Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos”. Jehová hace con su pueblo lo que los dioses falsos no pueden hacer para los idolatras.
Bien dijo Jeremías cuando exclamó: (10:6-16) “No hay semejante a ti, oh Jehová; grande eres tú, y grande tu nombre en poderío. 7 ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti. 8 Todos se infatuarán y entontecerán. Enseñanza de vanidades es el leño. 9 Traerán plata batida de Tarsis y oro de Ufaz, obra del artífice, y de manos del fundidor; los vestirán de azul y de púrpura, obra de peritos es todo. 10 Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación. 11 Les diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, desaparezcan de la tierra y de debajo de los cielos. 12 El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría; 13 a su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos. 14 Todo hombre se embrutece, y le falta ciencia; se avergüenza de su ídolo todo fundidor, porque mentirosa es su obra de fundición, y no hay espíritu en ella. 15 Vanidad son, obra vana; al tiempo de su castigo perecerán. 16 No es así la porción de Jacob; porque él es el Hacedor de todo, e Israel es la vara de su heredad; Jehová de los ejércitos es su nombre.”
1 Timoteo 2:5-6a “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos…”
Estoy diciendo, hermano: su cautiverio es difícil, su carga es pesada, su necesidad es profunda y su prueba dura, pero si Jehová, el Dios de los cielos y la tierra, el Omnipotente, Omniciente y Omnipresente Rey de reyes y Señor de señores, ha hecho cosas grandes contigo en el pasado (y sí las ha hecho) ¿por qué dudar que las volverá a hacer?
No se dé por vencido. No tire la toalla. No se de de baja. Siga adelante para el Señor. 2 Timoteo 2:11 “Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; 12 Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. 13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.”
Nosotros somos el cuerpo de Cristo. Somos “sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:4)
De nuevo, “El no puede negarse a sí mismo.”
Salmo 126:2 “Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza;”
Usted tiene por qué alabar a Dios. Usted tiene por qué sonreír. Usted tiene por qué levantar la frente y darle gracias por lo que ha hecho.
Salmo 126:5-6 “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. 6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.”
No estamos sin esperanza. Tenemos la promesa. Hebreos 10:23 “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.”
Dios no nos ha dejado. No nos ha desamparado.