Errar no es solo una equivocación hermenéutica, es desviarse deliberadamente del camino correcto. Muchos cristianos viven en error por ignorar la Palabra y el poder de Dios. Debemos comprometernos a conocer profundamente las Escrituras para evitar este error.

Asumir la responsabilidad por nuestras acciones es fundamental para nuestro crecimiento espiritual. No podemos culpar a otros por nuestras decisiones. Ante Dios, cada uno rendirá cuentas por sus obras.

La vida de José, desde el pozo hasta el palacio, nos muestra cómo superar dificultades, mantener la integridad y ayudar a otros. Acepta los desafíos, huye del pecado y permite que Dios transforme tu historia del pozo al palacio.

Tus mejores días están por venir. Aunque enfrentemos sufrimiento y pruebas en esta vida, Dios nos perfecciona y fortalece. Somos llamados a Su gloria eterna. ¡Mantengamos la esperanza en Cristo!

En el dinámico mundo del cristianismo moderno, a menudo olvidamos los principios atemporales que impulsaron el crecimiento temprano de la Iglesia. El sermón del Pastor Jonathan Ashcraft, basado en Hechos 4:31-33, nos recuerda tres ingredientes fundamentales: la oración, el amor y la predicación del Evangelio, esenciales para el crecimiento de la Iglesia hoy.

La hospitalidad es clave. Antes, durante y después del culto, mostrémonos acogedores. Cada visitante es un regalo de Dios. Sigamos el ejemplo de Cristo y mostremos amor a todos sin hacer acepción de personas (Santiago 2:1-4, 1 Pedro 4:9).