Hoy, quiero compartir un mensaje de esperanza y ánimo basado en las poderosas palabras del apóstol Pedro en su primera carta, capítulo 5, versículos 10 y 11 (Reina Valera 1960):

"Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén."

Este pasaje de las Escrituras nos revela una verdad fundamental: nuestros mejores días están por delante. No importa cuánto sufrimiento enfrentemos en esta vida, la gloria que nos espera en Cristo es incomparablemente mayor.

 

Triunfo en las Pruebas

La primera epístola de Pedro es un libro que comienza con promesas de bendición y termina hablando sobre las pruebas y la victoria final. Nos enfrentamos a la realidad del sufrimiento en esta vida debido a la caída de la humanidad en el pecado, los ataques del adversario y la persecución de los creyentes a lo largo de la historia. Pero a pesar de todo esto, podemos estar seguros de que la gracia de Dios será suficiente para nosotros.

 

Después del Sufrimiento, Viene la Gloria

Pedro nos recuerda que nuestro sufrimiento tiene un límite de tiempo. "Después que hayáis padecido un poco de tiempo," nos dice. Esto significa que el sufrimiento que enfrentamos en esta vida no es eterno. Así como Pedro vio la gloria de Dios en la transfiguración de Jesús, nosotros también tenemos promesas celestiales que nos esperan. Jesús dijo: "Voy, pues, a preparar lugar para vosotros" (Juan 14:1-3). Y el apóstol Pablo nos recordó que estar con Cristo es "muchísimo mejor" (Filipenses 1:23) y que estar "ausentes del cuerpo, y presentes al Señor" (2 Corintios 5:8) es nuestra esperanza.

 

Dios Nos Prepara Para la Gloria

En medio de nuestro sufrimiento, Dios nos está preparando para la gloria. Él nos está perfeccionando, fortaleciendo, afirmando y estableciendo. Somos participantes de los padecimientos de Cristo para que también podamos regocijarnos con gran alegría en la revelación de su gloria (1 Pedro 4:13). El sufrimiento tiene el propósito de hacernos más semejantes a Jesús (Romanos 8:28-29).

 

La Gloria Venidera

La gloria venidera que nos espera está más allá de nuestra comprensión. Somos llamados a la gloria eterna en Cristo. Pablo también nos dice que somos herederos de Dios y coherederos con Cristo, sufriendo con Él y reinando con Él. Las aflicciones de este tiempo presente no pueden compararse con la gloria que está por manifestarse en nosotros (Romanos 8:15-18).

 

Conclusión

En resumen, mis amados hermanos y hermanas, recuerden que toda ganancia y gloria terrenal es temporal, pero la gloria y el dominio de nuestro Señor Jesucristo son eternos. Mientras atravesamos las pruebas y dificultades de esta vida, mantengamos nuestros ojos en el futuro glorioso que Dios ha prometido a todos los que confían en Él. A Él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

Que esta verdad llena de esperanza les fortalezca y les anime en su caminar con Cristo. Siempre recuerden que sus mejores días están por delante, en la gloria eterna que Dios ha prometido a todos los que confían en Él. ¡Dios les bendiga abundantemente!

Comment