Santiago 2:1-4: La Importancia de la Hospitalidad

Introducción

En la epístola de Santiago, el apóstol nos brinda una valiosa lección sobre cómo tratar a los visitantes en la iglesia. Santiago 2:1-4 nos recuerda que nuestra fe en Jesucristo no debe hacer acepción de personas. Todos somos iguales ante Dios, y esta igualdad debe reflejarse en nuestra actitud hacia los visitantes en la iglesia. Santiago usa una ilustración poderosa: cuando un hombre rico entra a la iglesia, se le otorga un lugar privilegiado, pero cuando un pobre llega, se le ignora. Esta enseñanza nos muestra que nunca debemos ignorar a quienes entran por las puertas de nuestra iglesia, porque Dios ama a todos, ricos y pobres, de la misma manera.

¿Cómo debemos de tratar a los visitantes?

1. Con Hospitalidad

  • Jesús y la hospitalidad — Mateo 25:35 nos recuerda que debemos alimentar al hambriento, dar de beber al sediento y recibir al forastero. La hospitalidad es una manifestación del amor cristiano.

  • El mandato de amar al prójimo — Mateo 22:39 nos insta a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, lo que incluye a los visitantes.

2. Preparación antes del culto

  • Preparación del ambiente: Asegurémonos de que el lugar esté limpio y acogedor, creando un ambiente propicio para la adoración.

  • Ujieres en sus lugares: Los ujieres deben estar disponibles para ayudar a los visitantes a encontrar asientos y responder a sus preguntas.

  • Busque a los visitantes antes de iniciar el servicio: Demuestre interés genuino al darles la bienvenida y ofrecerles una tarjeta de visitante y un librito.

3. Durante el culto

  • Saludo cordial: Inicie una conversación amigable y anime a los visitantes a sentirse bienvenidos.

  • Interacción personal: Siéntese con ellos, comparta su Biblia e himnario, cante juntos y muestre su participación durante la predicación.

  • Durante la invitación: Sea atento cuando el pastor haga una llamada al altar y ofrezca acompañar al visitante si desea responder al llamado de Dios.

4. Después del culto

  • Invítelos a quedarse a comer: Invite a los visitantes a compartir una comida y crear vínculos con otros miembros de la iglesia.

  • Invítelos a regresar: Anímelos a regresar en la noche o en el próximo domingo para seguir creciendo en su fe.

  • Establezca contacto: Intercambie números de teléfono y envíe un mensaje el lunes expresando su alegría por su visita y su interés en verlos nuevamente.

  • Sea su amigo: Ofrezca orar por ellos y bríndeles apoyo emocional y espiritual.

5. Antes del próximo domingo

  • Visita a su hogar: Hágales una visita, lleve un pequeño obsequio o comparta un libro que haya sido significativo en su vida.

  • Ofrezca acompañamiento: Invite al visitante a testificar a sus familiares y ofrezca su ayuda en este proceso.

  • Busque más visitantes: Siga buscando oportunidades para recibir y retener visitantes en la iglesia.

Conclusión

Recordemos siempre que cada visitante es un regalo de Dios y que debemos tratarlos con amor y hospitalidad. Siguiendo el modelo de hospitalidad que nos enseña la Biblia, podemos ser una iglesia acogedora y amorosa, cumpliendo con el llamado de 1 Pedro 4:9: "Sed hospitalarios los unos con los otros sin murmuraciones." Que esta enseñanza del Pastor Jonathan Ashcraft nos inspire a ser mejores anfitriones en nuestra iglesia y a demostrar el amor de Cristo a todos los que nos visitan.

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