Texto Bíblico: Eclesiastés 3:1-8
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
Introducción
¿Qué es la muerte? En Eclesiastés 3:1-8, Salomón nos recuerda que todo tiene su tiempo, incluyendo el tiempo de morir. Exploraremos este tema desde una perspectiva bíblica, aclarando qué no es la muerte, su certeza e incertidumbre, y la victoria de Cristo sobre ella.
Lo que la Muerte No Es
La muerte no es el medio que Dios usa para convertir a la gente en cristianos (Lucas 16:19-31). La condición en la que uno se encuentra al morir es la misma en la eternidad. Tampoco es aniquilación; hay algo después de la muerte para todos, tanto buenos como malos.
La Muerte es una Cita Programada por Dios
La Biblia nos dice en Hebreos 9:27 que la muerte es una cita programada por Dios. Somos peregrinos en este mundo (Heb. 11:13) y nada aquí es permanente.
La Muerte es Cierta e Incierta
La muerte es una certeza (Génesis 3:3), pero el momento en que ocurrirá es incierto (Santiago 4:14).
La Muerte es el Final de las Obras que se Recompensarán
Eclesiastés 9:5, 10 y Juan 9:4 nos enseñan que después de la muerte no podemos hacer más obras que se recompensarán. El hombre rico en Lucas 16:26 se dio cuenta de esto demasiado tarde.
La Muerte es el Estado del Hombre en que Dios Tiene Poder sobre Todo
Dios resucitará a los muertos (1 Cor. 15:51-55; Juan 5:28-29; 1 Tes. 4:16). La muerte es el último enemigo vencido por Cristo (1 Cor. 15:25-26).
La Muerte es una Despedida
Es una despedida del mundo (Ecl. 12:5) y del cuerpo (Ecl. 12:7; Santiago 2:26).
La Muerte es Ganancia
Para los salvos, la muerte es ganancia (Fil. 1:21) y libertad (Apoc. 14:13). No habrá más llanto, muerte, clamor ni dolor (Apoc. 21:1-4).
La Muerte es un Transporte a Otro Mundo
La muerte es un transporte que nos lleva de este mundo a otro (Gen. 35:18). Es necesario dejar este cuerpo físico (1 Cor. 15:50).
Si Mueres sin Cristo, la Muerte es Terrible
La muerte sin Cristo es terrible (Apoc. 20:14-15; Mat. 25:41; Lucas 16:23-24).
Conclusión
La muerte es inevitable, pero en Cristo tenemos la victoria sobre ella. Debemos vivir con la perspectiva de la eternidad, sabiendo que nuestra esperanza está en Cristo y su resurrección.
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