Texto Bíblico: Hebreos 10:32-39

32 Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos;
33 por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante.
34 Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.
35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
37 Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
38 Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.

Introducción

Las mejores cosas en la vida llegan a quienes no se rinden. Nunca escucharás a alguien lamentarse por no haberse rendido, pero frecuentemente escucharás las lamentaciones de aquellos que sí lo hicieron. En este mensaje, exploraremos cómo perseverar en la fe a pesar de las dificultades.

La Vida Cristiana No es Fácil

Nadie dijo que la vida cristiana sería fácil. Hebreos 10:32 nos recuerda que enfrentamos "combate de padecimientos". Luchar por nuestra fe es una parte integral de nuestro caminar cristiano. No te rajes, sigue luchando.

Todos Estamos Batallando

No estás solo en tus luchas. Hebreos 10:33-34 nos muestra que los primeros cristianos también enfrentaron vituperios, tribulaciones y despojos. En lugar de lamentarse, se hicieron compañeros de aquellos en situaciones similares y compadecieron a los presos. Ayudar a otros en sus problemas puede aliviar nuestros propios dolores.

No Te Amargues

Aunque sufras despojos, mantén tu gozo. Hebreos 10:34 dice que estos cristianos sufrieron con gozo, sabiendo que tenían una mejor herencia en los cielos. Nuestro gozo no depende de las circunstancias terrenales sino de nuestra esperanza eterna.

Se Requiere Paciencia

La paciencia es necesaria para hacer la voluntad de Dios y obtener sus promesas (Hebreos 10:36). La vida cristiana es un maratón, no una carrera corta. Consistencia y perseverancia son claves.

¡Aguanta!

Hebreos 10:37-39 nos anima a aguantar un poquito más. Dios no tarda en cumplir sus promesas y no nos abandonará. No te rajes; sigue adelante con fe y perseverancia.

Conclusión

El justo vivirá por fe y no se raja (Hebreos 10:38-39). Dios no se agrada de los que retroceden. Nosotros no somos de los que retroceden, sino de los que tienen fe para la preservación del alma. ¡No te rajes, sigue adelante con fe y perseverancia!

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