Hoy es Día de Buenas Nuevas

Pastor Noé Montelongo

En 2 Reyes 7:3-11, encontramos una historia que nos habla sobre la responsabilidad de compartir las bendiciones de Dios. Cuatro leprosos descubren un campamento abandonado lleno de provisiones y riquezas, pero al disfrutarlo, se dan cuenta de que no están haciendo bien al guardarlo solo para ellos. Se dicen: "Hoy es día de buenas nuevas y nosotros callamos"(2 Reyes 7:9). Esta poderosa historia nos confronta con la urgencia de compartir el evangelio.

Un Mundo con Hambre Espiritual

Hoy en día, el mundo está muriendo de hambre espiritual. La gente busca saciarse con falsas doctrinas, ideologías de moda y filosofías huecas, que no pueden llenar el vacío que solo Cristo puede saciar. Tal como en Samaria, donde las personas desesperadas llegaron al extremo de pagar precios exorbitantes por comida impura y aún peor, caer en actos inhumanos, hoy el mundo consume cualquier cosa para tratar de llenar su hambre espiritual.

Jesús dijo: "Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre" (Juan 6:35). Nosotros, como creyentes, hemos encontrado este pan de vida. Hemos sido alimentados y saciados con su gracia, pero no estamos haciendo bien si nos guardamos este tesoro solo para nosotros.

Nuestra Responsabilidad de Compartir

Dios nos ha bendecido con su palabra, con la salvación, con la verdad del evangelio. Sin embargo, muchos cristianos se han acostumbrado a recibir y recibir, pero no a compartir. Vamos a conferencias, nos nutrimos de la enseñanza, disfrutamos de la comunión, pero al salir de la iglesia, guardamos silencio.

¿Por qué Callamos?

Existen varias razones por las que los cristianos dejan de compartir el evangelio:

  • Miedo al rechazo – Tememos que las personas nos ignoren o ridiculicen.

  • Falta de prioridad – Nos ocupamos tanto en otras cosas que olvidamos lo más importante.

  • Comodidad – Disfrutamos las bendiciones de Dios pero no queremos el esfuerzo de compartirlas.

  • Desánimo – Perdemos la pasión y el primer amor por ganar almas.

Pero el mandato sigue siendo el mismo: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15). Es nuestra responsabilidad hablar, y si callamos, habrá consecuencias graves, porque cada alma sin Cristo está en peligro eterno.

¡No Podemos Callar!

Así como los leprosos entendieron que tenían una obligación moral de compartir la buena noticia con Samaria, nosotros debemos entender que el evangelio es una urgencia. No podemos darnos el lujo de postergar la evangelización.

Dios le dijo a Pablo en Hechos 18:9: "No temas, sino habla, y no calles". Hoy, Dios nos dice lo mismo. Hay personas que nunca han escuchado de Cristo y están esperando que alguien les hable. No podemos permanecer indiferentes.

La Importancia de la Evangelización

  1. El evangelio es poder de Dios para salvación (Romanos 1:16).

  2. Dios nos ha hecho sus embajadores (2 Corintios 5:20).

  3. Las almas perdidas son nuestra responsabilidad (Ezequiel 33:7-9).

  4. El tiempo es corto y la necesidad es grande (Juan 4:35).

Debemos recordar que la única inversión eterna son las almas. Nuestras posesiones, logros y bienes materiales desaparecerán, pero cada alma que llevemos a Cristo es un tesoro eterno.

Conclusión: No Estamos Haciendo Bien

El mundo está desesperado por respuestas y solo Cristo es la solución. Nosotros hemos hallado el pan de vida, el agua que sacia para siempre, la luz que guía en la oscuridad, y sin embargo, muchos hemos guardado silencio. Hoy es día de buenas nuevas y no podemos callar.

Que este mensaje nos impulse a salir y compartir el evangelio con pasión y compromiso. No podemos esperar más. ¡Es tiempo de hablar!

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