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En la actualidad, nos enfrentamos a un problema preocupante: la iglesia de hoy parece tener un impacto limitado en la sociedad. Nos encontramos con demasiados espectadores, más interesados en métodos que en el mensaje, y una excesiva preocupación por la imagen pública, a menudo a expensas de los perdidos. En contraste, la iglesia del Nuevo Testamento se caracterizaba por su dinamismo y su impacto en la comunidad. ¿Qué hizo diferente a esta iglesia? Examinemos Hechos 2:41-47 para descubrir la fórmula del éxito de la iglesia primitiva.
Evangelización (v. 41)
"Entonces, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas."
La evangelización era el corazón de la iglesia del Nuevo Testamento. En el día de Pentecostés, tres mil personas se convirtieron al escuchar el mensaje del evangelio. Sorprendentemente, esta hazaña fue realizada por solo 120 creyentes que obedecieron el mandato de ser testigos (Hechos 1:8). Hoy en día, a menudo olvidamos la importancia de ganar a otros para Cristo. Pocas iglesias celebran reuniones de evangelización, pero el mundo aún necesita el evangelio (1 Corintios 15:3-4). Debemos responder a esta necesidad con urgencia.
Adoración (vv. 42-46)
"Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones."
La iglesia primitiva era conocida por su ferviente adoración. Perseveraban juntos en la enseñanza de los apóstoles, en el amor fraternal, en el compañerismo los unos con los otros y en la oración. Su adoración no era formalista ni ritualista, sino ardiente y edificante. A menudo, tenemos ideas equivocadas sobre la adoración, pensando que debe estar llena de ceremonias o ser silenciosa. Sin embargo, la adoración puede incluir alabanza, cantos y participación activa (Efesios 5:19).
Compañerismo (vv. 44-47)
"Todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas."
El amor y el compañerismo eran esenciales en la iglesia primitiva. Se preocupaban por las personas más que por las posesiones materiales y respondían a las crisis en la vida de los demás. Superaron las divisiones y estaban unánimes. No es de extrañar que la iglesia experimentara un crecimiento explosivo.
Conclusión
El testimonio de la iglesia del Nuevo Testamento habla por sí mismo. Tenían el favor de todo el pueblo y el público notaba su crecimiento diario. La fórmula del éxito de esta iglesia se resume en tres pilares: evangelización, adoración y compañerismo.
Evangelización, adoración y compañerismo
¿Cuál es nuestra medida? ¿Cómo podemos llegar a ser más semejantes a la iglesia del Nuevo Testamento? Siguiendo su ejemplo, podemos impactar a nuestra sociedad y llevar el mensaje de salvación a aquellos que lo necesitan desesperadamente. A través de la evangelización, la adoración genuina y el amor mutuo, podemos seguir el camino de la iglesia primitiva hacia el éxito en Cristo.