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Imaginemos el escenario: Jesús y sus discípulos se encuentran en Cesarea de Filipo, un lugar que se presta para momentos de reflexión y enseñanza profunda. En medio de esta atmósfera tranquila, Jesús plantea una pregunta que cambiaría el curso de la historia y sentaría las bases de su iglesia. "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?" pregunta Jesús (Mateo 16:13, RVR1960).

Los discípulos, siendo testigos de las conversaciones y opiniones populares, responden con una lista de identidades que la gente asigna a Jesús. Algunos lo ven como Juan el Bautista resucitado, otros como Elías, Jeremías o incluso algún profeta. Sin embargo, Jesús va al corazón del asunto y les hace la pregunta crucial: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" (Mateo 16:15, RVR1960).

La Confesión de Pedro: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente"

Es en este momento que Simón Pedro, inspirado por el Espíritu Santo, hace una confesión que cambió la historia: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Mateo 16:16, RVR1960). Esta declaración es fundamental porque reconoce la verdadera identidad de Jesús como el Mesías, el Salvador prometido, y el Hijo de Dios.

La Promesa de Jesús: "Edificaré mi iglesia"

La respuesta de Pedro desencadena una revelación aún más profunda de parte de Jesús. Él le dice a Pedro: "Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella" (Mateo 16:18, RVR1960).

Esta afirmación ha sido objeto de mucha discusión y controversia a lo largo de los siglos. Para comprenderla adecuadamente, es esencial hacer algunas preguntas cruciales.

¿Quién Está Edificando la Iglesia?

Primero y ante todo, ¿quién está edificando la iglesia? La respuesta es clara: Cristo está edificando la iglesia. Él afirma, "sobre esta roca edificaré mi iglesia." La "roca" aquí se refiere a la confesión de Pedro: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." La iglesia no se edifica sobre Pedro, sino sobre la verdad que Pedro confesó: Jesucristo es el Salvador y el Hijo de Dios.

La Roca de Todas las Escrituras

Para comprender aún mejor esta metáfora de la roca, debemos explorar las Escrituras. El Salmo 18:31 proclama: "Porque ¿quién es Dios sino solo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?" Aquí, Dios mismo es la Roca.

Pablo también se refiere a Jesucristo como la Roca en 1 Corintios 3:11: "Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo." La Biblia es clara en que Jesucristo es la Roca sobre la cual se edifica la iglesia.

La Iglesia: ¿Qué es y Cuál es su Propósito?

Es importante entender qué es la iglesia y cuál es su propósito. La iglesia no es un edificio ni una organización humana, sino un cuerpo de creyentes redimidos por la sangre de Cristo. Como se menciona en Hebreos 12:23, la iglesia está compuesta por "los espíritus de los justos hechos perfectos," según la RVR1960.

La iglesia es el cuerpo de Cristo, como declara Colosenses 1:18-24, con el propósito de dar gloria a Cristo y proclamar Su señorío sobre todas las cosas (Efesios 3:21). Además, la Biblia describe a la iglesia como la esposa de Cristo, lo que ilustra la relación íntima y especial entre Cristo y Su pueblo (Efesios 5:23-32, RVR1960).

La Iglesia: Edificada de Piedras Vivas

La iglesia no solo está edificada sobre la Roca, que es Cristo, sino que también está formada por "piedras vivas," que son los creyentes individuales (1 Pedro 2:5, RVR1960). Cada creyente es único y esencial para el funcionamiento del cuerpo, como se explica en 1 Corintios 12:12-23, según la RVR1960.

No importa cuán diferentes seamos como individuos; todos tenemos un papel importante en la iglesia de Cristo.

¿Cuán Segura Está la Iglesia?

Una de las promesas más reconfortantes de Jesús es que "las puertas del Hades no prevalecerán contra ella" (Mateo 16:18, RVR1960). Esta frase utiliza la imagen de las puertas para representar las fuerzas del mal que se desatan contra la iglesia.

Jesús sabía que la iglesia enfrentaría persecución y oposición a lo largo de la historia. Desde los mártires del primer siglo hasta las persecuciones a través de los siglos, la iglesia ha enfrentado desafíos innumerables. Sin embargo, la promesa de Jesús es que la iglesia perdurará hasta que Él vuelva.

Conclusión: Una Invitación a Edificar sobre la Roca

En conclusión, Mateo 16:13-20 nos ofrece lecciones fundamentales sobre la edificación de la iglesia sobre la Roca que es Cristo, según la RVR1960. Es una invitación a ser parte de esta iglesia, a recibir a Cristo como Salvador y a edificar nuestras vidas sobre Él. También nos reta a hacer nuestra parte en la iglesia, a resistir las fuerzas del mal y a vivir para la gloria de Dios.

La iglesia de Cristo es sólida y segura, edificada sobre la Roca eterna. Que cada uno de nosotros sea una piedra viva en esta edificación, contribuyendo a la gloria de Dios y al avance del reino de Cristo en la tierra.

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