Despojémonos de Nuestra Voluntad

Pastor Zacarías Foust

Lucas 22:39-42

En la sesión para jóvenes, el pastor Zacarías Foust compartió una poderosa reflexión basada en Lucas 22:39-42, donde Jesús, enfrentando el momento crucial de su misión en la tierra, ora al Padre diciendo: "Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya." Este pasaje nos desafía a rendir nuestra voluntad a Dios y confiar plenamente en Su soberanía.

La Soberanía de Dios

Para poder rendir nuestra voluntad, primero debemos entender que Dios es soberano. Esta palabra significa que Él tiene autoridad suprema y que nada está fuera de Su control. Aunque el mundo trate de negar la existencia de Dios, nuestra fe no se basa en las creencias de otros, sino en la verdad de Su palabra.

El pastor ilustró esta realidad con una anécdota de su infancia: tras ver las películas de Superman, intentó volar con una cobija atada al cuello, solo para caer repetidamente. De la misma manera, no importa cuán fuerte sea nuestra opinión sobre la realidad, la verdad de Dios sigue firme.

Somos Creación de Dios

Dios nos creó con un propósito. Jeremías 1:5 nos recuerda que Dios nos conoció antes de que fuéramos formados en el vientre de nuestra madre. No somos el producto de la casualidad ni de la evolución; somos diseñados con un plan divino.

Muchos buscan respuestas en fuentes erróneas, pero la verdadera identidad del hombre está en su relación con su Creador. El pastor compartió su testimonio sobre cómo, a los 10 años, se impactó al leer "Jesus Saves" (Jesús salva) en un graffiti, lo que lo llevó a cuestionar su destino eterno y finalmente a entregar su vida a Cristo.

Somos Hijos de Dios

Juan 1:12 nos dice que aquellos que reciben a Cristo tienen el derecho de ser llamados hijos de Dios. No es por nacer en un hogar cristiano ni por tradición religiosa, sino por fe en Jesús.

El pastor compartió cómo al graduarse de la escuela cristiana se dio cuenta de que podía elegir cualquier camino. Pero en vez de rebelarse, eligió seguir la voz de Dios porque entendió que no era un deber forzado, sino un privilegio ser Su hijo.

Somos Sus Siervos

Si Dios es soberano, y nosotros Su creación e hijos, la pregunta inevitable es: ¿Somos Sus siervos? Juan 10:27 dice: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen." Ser siervo de Dios no es una carga, sino una bendición.

El pastor enfatizó que no podemos negociar con Dios como lo hizo Lot en Génesis 19. Lot recibió la instrucción de huir de Sodoma, pero en vez de obedecer, intentó negociar una solución a su manera. Así, muchos jóvenes intentan seguir su propia senda en vez de rendirse a la voluntad de Dios.

Rindiendo Nuestra Voluntad

El enemigo siempre traerá alternativas aparentemente buenas para alejarnos del plan de Dios. La clave está en confiar en que Dios sabe lo que es mejor para nosotros. A veces, lo que Dios nos pide puede parecer difícil, pero Su plan siempre es superior.

Al cerrar, el pastor recordó que cuando rindió su vida al servicio de Dios, tuvo que renunciar a sus propios sueños. Pero nunca se ha arrepentido, porque ha visto cómo Dios lo ha usado para Su gloria.

Reflexión Final

Dios es soberano, nos ha creado, nos ha hecho Sus hijos y nos llama a servirle. La pregunta es: ¿Estamos dispuestos a rendir nuestra voluntad como lo hizo Jesús en Getsemaní?

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