¡No Pierdas el Enfoque! Manteniendo la Meta en el Ministerio

Pastor Alejandro Córdova

En la vida cristiana y el ministerio, es fácil perder el enfoque. Comenzamos con pasión y dedicación, pero los problemas, dificultades y adversidades pueden hacer que desviemos nuestra mirada de la meta principal. La historia del pueblo de Israel en Números 13 y 14 nos da una lección valiosa sobre lo que sucede cuando nos desenfocamos de nuestro llamado.

La Misión: Reconocer la Tierra Prometida

Cuando Dios sacó a Israel de Egipto, su objetivo era claro: llevarlos a la Tierra Prometida. En Números 13:1-2, Dios ordenó a Moisés enviar espías para reconocer la tierra, no para determinar si podían conquistarla, sino para comprobar que era tal como Dios la había descrito. Sin embargo, los espías volvieron con un reporte desalentador, haciendo que el pueblo perdiera su enfoque y dudara del plan de Dios.

Los Resultados de Perder el Enfoque

Cuando un siervo de Dios pierde de vista su misión, hay consecuencias serias. En la historia del pueblo de Israel, podemos ver al menos cinco resultados de la falta de enfoque:


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1. Desánimo

El primer resultado es el desánimo. En Números 14:1, la congregación gritó y lloró, llenos de temor. El desánimo viene cuando dejamos de ver la meta y comenzamos a enfocarnos en los obstáculos. En Josué 1:9, Dios ordena a Josué ser valiente y esforzarse, porque el desánimo paraliza y aleja a las personas del llamado de Dios.

2. Murmuración y Queja

El siguiente resultado es la murmuración. Números 14:2 muestra al pueblo quejándose contra Moisés y Aarón, deseando regresar a Egipto. Cuando perdemos el enfoque, en lugar de confiar en Dios, comenzamos a criticar y quejarnos. Éxodo 16 también relata cómo el pueblo murmuró, olvidando los milagros de Dios. Asaf en el Salmo 73 cayó en este error, hasta que entró en la presencia de Dios y recuperó su perspectiva.

3. Retroceso

En Números 14:4, el pueblo decidió elegir un capitán para regresar a Egipto. Este es un peligro real para los siervos de Dios: cuando enfrentamos dificultades, podemos ser tentados a volver a una vida cómoda, fuera del llamado divino. Hebreos 10:38-39 nos exhorta a no retroceder, sino a seguir adelante con fe.

4. Ser Tropiezo para Otros

Los diez espías que trajeron un reporte negativo no solo se desenfocaron ellos mismos, sino que también llevaron a todo el pueblo a la incredulidad. Un siervo de Dios que pierde su meta puede ser piedra de tropiezo para otros. Lucas 17:1-2 advierte del peligro de hacer tropezar a los demás. Nuestro testimonio influye en la fe de otros.

5. Muerte Espiritual

Dios determinó que la generación incrédula de Israel no entraría en la Tierra Prometida. Números 14:22-23 muestra el juicio de Dios sobre ellos. Si perdemos el enfoque y nos alejamos del llamado divino, nuestra vida espiritual se estanca y muere. Hebreos 10:26-31 nos recuerda la seriedad de abandonar el camino de Dios.

Conclusión: Manteniendo la Meta

Dios nos ha llamado con un propósito claro: alcanzar al mundo con el Evangelio. Es vital no perder el enfoque y seguir adelante, sin importar los obstáculos. Como dice 2 Pedro 1:3-8, debemos crecer en fe, virtud y conocimiento para no ser inútiles ni infructíferos en el servicio de Dios.

El ministerio no es fácil, pero vale la pena. No dejemos que las dificultades nos desenfoquen. Perseveremos en la misión que Dios nos ha dado y recordemos que la recompensa es eterna.

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