El Poder Transformador de Conocer las Escrituras

En el mundo moderno, abundan las voces que guían nuestras vidas: desde filosofías personales hasta ideologías colectivas. Sin embargo, en medio de esta cacofonía de opiniones, ¿cómo podemos discernir la verdad y el camino correcto? La respuesta, según el pasaje de Mateo 22:23-33, radica en el conocimiento y la aplicación de las Escrituras como estándar de vida.

La Importancia de las Escrituras como Estándar El texto de Mateo implica que las Escrituras son un estándar inmutable y divino para la vida del hombre. Como se expresa en 2 Timoteo 3:16,17, las Escrituras son "útiles para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra". De igual manera, en 2 Pedro 1:3, se nos dice que Dios nos ha dado "todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad".

Errar al Desviarse de las Escrituras Desviarse de las Escrituras conlleva a errores y desviaciones. Deuteronomio 4:2 nos advierte contra añadir o quitar palabras de la ley, mientras que Apocalipsis 22:18,19 enfatiza la gravedad de alterar las Escrituras. Moisés y Saúl son ejemplos bíblicos de aquellos que erraron al ir más allá o quedarse cortos debido a su falta de apego a la Palabra de Dios.

La Ignorancia de las Escrituras: Fuente de Error Muchos, como los que cuestionaron a Jesús en Mateo 22, erran debido a la falta de conocimiento de las Escrituras. El texto sugiere que el conocimiento de las Escrituras habría evitado sus errores con respecto a la resurrección y el poder de Dios. La ignorancia, como se menciona en Hechos 3:17 y 1 Corintios 2:8, es una fuente común de error y confusión.

Dependencia en las Escrituras sobre la Razón Humana Una de las trampas más grandes es depender únicamente en la razón humana en lugar de las Escrituras para la guía. 1 Corintios 1:18,19,25 y 2:5 nos recuerdan que la sabiduría de Dios es más alta que la sabiduría humana. Conocer la verdad, como se menciona en Juan 8:32 y 5:39, requiere un compromiso con las Escrituras como fuente primordial de conocimiento y discernimiento.

Errores de Aquellos que Conocen las Escrituras Incluso aquellos que conocen las Escrituras pueden errar por razones diversas. Algunos buscan su propia voluntad, como el joven rico en Mateo 19 y Jonás. Otros son víctimas de prejuicios o ideas preconcebidas, como se ve en Hechos 7:54-60 y Mateo 13:15.

Conclusión: Tomar Todo el Consejo de Dios En última instancia, el llamado es a tomar todo el consejo de Dios, como se afirma en Hechos 20:27, y a reconocer que toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia (2 Timoteo 3:16-17).

En resumen, el pasaje de Mateo 22:23-33 nos enseña que las Escrituras son el estándar divino para la vida del hombre. Erramos cuando nos desviamos de ellas, ya sea por ignorancia, dependencia en la razón humana, o prejuicios personales. La clave es conocer y aplicar las Escrituras en su totalidad, reconociendo su autoridad y sabiduría como guía para nuestras vidas.