Cómo Levantarte del Desánimo
Por: Pastor Jonathan Ashcraft de la Iglesia Bautista Monte Hebrón, Santiago, Nuevo León, México
El desánimo es una realidad que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas. Incluso como cristianos, no estamos exentos de sentirnos abatidos, pero no debemos permitir que el desánimo se convierta en un estilo de vida. La Biblia nos enseña que el ánimo es una decisión, y con la ayuda de Dios, podemos superarlo. A continuación, exploraremos cómo recuperarnos del desánimo y seguir adelante en nuestra vida espiritual.
¿Qué es el Desánimo?
El desánimo puede definirse como un decaimiento físico, moral o espiritual que nos deja sin fuerzas, sin deseos de continuar. Es común que las personas atribuyan el desánimo a factores físicos como el cansancio o la mala alimentación, pero en realidad, el desánimo tiene raíces espirituales. En muchas ocasiones, intentamos justificarlo señalando nuestras circunstancias, pero la verdad es que permanecer en desánimo es una decisión personal.
Las Causas del Desánimo
El desánimo puede surgir por diversas razones. Entre las más comunes están:
Problemas en el trabajo: Un ambiente laboral difícil, mala paga o un jefe complicado pueden generar desánimo.
Pruebas de salud: Enfrentar enfermedades constantes o ver a un ser querido sufrir puede ser desalentador.
Conflictos familiares: La falta de amor, respeto o unidad en el hogar son factores importantes.
Expectativas no cumplidas: Cuando las cosas no salen como las planeamos, podemos desilusionarnos y sentirnos derrotados.
En Nehemías 4:10, vemos cómo el pueblo de Dios enfrentó desánimo mientras reconstruían el muro. Al principio estaban animados, pero las amenazas externas, el cansancio y el escombro los hicieron claudicar.
Reconociendo el Desánimo como una Decisión
El Salmo 42:5 dice: “¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarle...” Aquí, el salmista nos muestra la importancia de hablar a nuestra propia alma, recordándonos que podemos decidir no permanecer en el desánimo.
El desánimo, aunque sea común, no debe convertirse en nuestro estado permanente. Podemos enfrentarlo y superarlo al renovar nuestro enfoque en Dios.
Tres Verdades para Superar el Desánimo
1. Acepte la Realidad del Desánimo
Es importante reconocer que momentos de desánimo vendrán. Incluso grandes hombres de la Biblia, como David y Elías, enfrentaron episodios de abatimiento. Sin embargo, lo esencial es no quedarse ahí.
En Nehemías 4:7-9, el pueblo de Dios se enfrentó a amenazas externas, pero en lugar de rendirse, oraron a Dios y pusieron guardas día y noche. Reconocieron la realidad de su situación y tomaron medidas para superarla.
2. Descubra la Causa
Pregúntese: ¿Por qué estoy desanimado? Muchas veces, la raíz del desánimo no es obvia. Puede ser el resultado de un problema espiritual más profundo, como la falta de confianza en Dios o la insatisfacción con lo que hemos logrado.
En Nehemías 4:10, el pueblo dijo: “Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro.” La fatiga, las circunstancias externas y el enfoque en los problemas los llevaron al desánimo. Sin embargo, debemos recordar que estas son excusas. Cuando estamos desanimados, a menudo dejamos de hacer lo que debemos y nos enfocamos en lo que nos rodea, en lugar de mirar a Dios.
3. Reenfoque Su Vida en Dios
El verdadero remedio para el desánimo es renovar nuestro enfoque en Dios. En Nehemías 4:14, el pueblo fue llamado a recordar al Señor: “No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible...”
Cuando quitamos nuestra mirada de las circunstancias y la colocamos en Dios, encontramos la fuerza para seguir adelante. Pedro caminó sobre el agua mientras mantenía su mirada en Jesús, pero comenzó a hundirse cuando se enfocó en las olas (Mateo 14:29-30).
Pasos Prácticos para Superar el Desánimo
Ore y busque a Dios: Clame a Dios con sinceridad y pídale que le revele la causa de su desánimo.
Estudie la Palabra: Encuentre consuelo y dirección en las Escrituras. El Salmo 119:105 dice: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.”
Manténgase activo: No deje de hacer lo que sabe que debe hacer. Siga sirviendo, trabajando y atendiendo a su familia, aun cuando no tenga ganas.
Rodéese de apoyo espiritual: Asista a la iglesia, participe en los ministerios y busque estímulo en la comunidad cristiana.
Ponga su confianza en Dios: Recuerde que Dios está en control y tiene un propósito para todo lo que permite en su vida.
No Luche Solo
La Iglesia Bautista Monte Hebrón, en Santiago, Nuevo León, México, está aquí para apoyarle. Como congregación, creemos en el poder de la comunidad para estimularnos al amor y a las buenas obras (Hebreos 10:24-25). Al asistir a la iglesia, encontrará un refugio donde puede ser fortalecido en su fe y animado por otros creyentes.
Conclusión
El desánimo puede tocar la puerta de nuestras vidas, pero no tenemos que abrirle ni dejarlo entrar. Enfocándonos en Dios y recordando Su fidelidad, podemos superar cualquier desafío. Como dijo el Pastor Jonathan Ashcraft: “Acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestras familias.”
Ánimo, hermano. Levántese, póngase en pie y siga adelante. Recuerde que no está solo. Dios está con usted, y su iglesia también lo está. Visítenos en la Iglesia Bautista Monte Hebrón, y juntos enfrentemos el desánimo con la fortaleza que solo el Señor puede dar.
Escrito por el Pastor Jonathan Ashcraft, Iglesia Bautista Monte Hebrón, Santiago, Nuevo León, México.
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