Pastores Fuertes: El Regalo de Dios a la Iglesia

Efesios 4:1-12 – El Llamado a la Unidad y al Ministerio

En la carta a los Efesios, el apóstol Pablo nos exhorta a andar "como es digno de la vocación con que fuimos llamados" (Efesios 4:1). Nos recuerda que la iglesia es un cuerpo compuesto de muchos miembros, cada uno con una función específica para la edificación del cuerpo de Cristo. Y dentro de esos miembros, Dios ha dado dones especiales, incluyendo a los pastores, quienes han sido llamados para guiar y edificar a la iglesia.

Esta semana en nuestra iglesia, Iglesia Bautista Monte Hebrón, tendremos el privilegio de recibir entre 80 y 100 pastores en nuestra conferencia nacional para pastores y obreros. Algunos vendrán con cargas pesadas, otros vendrán buscando dirección y muchos llegarán necesitando ánimo y restauración. Es nuestra responsabilidad como iglesia ser de bendición para ellos.

El Pastor: Un Don de Dios para la Iglesia

La Biblia nos enseña que el pastor es un regalo de Dios para la iglesia. Efesios 4:11 dice:

"Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros."

Los pastores son un don dado por Cristo con el propósito de perfeccionar a los santos, edificar la iglesia y guiar al pueblo de Dios. Pero este llamado no es fácil. Muchos pastores enfrentan críticas, desánimo y soledad en el ministerio. Por eso, como iglesia, debemos agradecer a Dios por nuestros pastores y demostrarles nuestro apoyo y gratitud.

Los Pastores También Son Humanos

Es fácil olvidar que los pastores también son seres humanos con necesidades, sentimientos y cargas personales. A menudo se espera que sean infalibles, que nunca se cansen ni se desanimen. Pero la realidad es que los pastores también:

  • Se fatigan: Pasan largas horas ministrando, visitando enfermos, aconsejando a matrimonios y predicando la Palabra.

  • Enfrentan críticas: No importa cuánto se esfuercen, siempre habrá quienes los critiquen o los desprecien.

  • Sufren heridas: A veces, quienes más han ayudado son los que terminan hiriéndolos.

  • Tienen necesidades materiales: También tienen familias que sostener y preocupaciones económicas.

  • Luchan con su propia fe: Al igual que cualquier creyente, el pastor también enfrenta pruebas espirituales.

¿Cuándo fue la última vez que agradeciste a tu pastor por su labor? Muchas iglesias no cuidan ni apoyan a sus pastores, dejándolos solos en su lucha. Como iglesia, debemos ser diferentes.

Cómo Podemos Apoyar a los Pastores

La conferencia que tendremos esta semana es una gran oportunidad para demostrar amor y gratitud a los siervos de Dios. Aquí hay algunas maneras en que podemos ser de bendición:

1. Ofréceles Hospitalidad y Atención

Muchos pastores que vendrán están cansados y necesitan un lugar donde sentirse bienvenidos. Podemos recibirlos con una sonrisa, hacerles sentir en casa y ser hospitalarios con ellos.

2. Anímalos con Palabras de Aprecio

Un simple “Gracias, Pastor” puede hacer una gran diferencia. Escríbele una nota de aliento, hazle saber que su labor no pasa desapercibida.

3. Ora por Ellos

Los pastores cargan con muchas responsabilidades y necesitan oración constante. Ora por su fortaleza, su familia y su ministerio.

4. Sé un Colaborador en la Obra del Ministerio

Efesios 4:12 dice que la función del pastor es perfeccionar a los santos para la obra del ministerio. Es decir, los miembros de la iglesia deben involucrarse activamente en el servicio. No esperes a que el pastor haga todo. Pregunta en qué puedes ayudar y participa en la obra de Dios.

5. Reconoce Su Sacrificio

Muchos pastores trabajan sin horario fijo, están disponibles en cualquier momento y rara vez tienen un día libre. Reconozcamos su esfuerzo y estemos dispuestos a apoyarlos.

El Impacto de una Iglesia que Edifica a los Pastores

Cuando una iglesia apoya, anima y edifica a sus pastores, estos pueden regresar a sus iglesias fortalecidos y listos para seguir ministrando. El fruto de una conferencia como esta no solo se ve en nuestra iglesia, sino en las muchas iglesias representadas por los pastores que asisten.

Un testimonio poderoso es el del pastor Alejandro Córdoba, quien llegó a una conferencia hace años desanimado y con dificultades en su iglesia. Pero la conferencia lo inspiró a regresar con una nueva visión y propósito. Hoy, Dios ha bendecido su ministerio de una manera increíble.

Esto nos recuerda que nuestro apoyo a los pastores tiene un impacto que va más allá de lo que podemos imaginar. La hospitalidad, el ánimo y el respaldo que les demos esta semana pueden ser el empuje que necesitan para seguir adelante en sus ministerios.

Conclusión: Seamos una Iglesia que Ama a los Pastores

Esta no es una semana cualquiera. Dios nos ha dado la oportunidad de ser de bendición a pastores que necesitan ánimo y fortaleza. Que cuando termine la conferencia, cada uno de ellos pueda irse diciendo:

“Dios me habló, me fortaleció y me animó a través de la Iglesia Bautista Monte Hebrón.”

Que nuestra actitud refleje el amor de Cristo y que seamos una iglesia que honra a los pastores y edifica la obra de Dios.

¡Seamos una iglesia de bendición! 🙌🏼

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