Cómo tratar a los fuertes
Bosquejo del Sermón en PDF
En la vida cristiana, cada miembro de la iglesia juega un papel importante. Sin embargo, existe un grupo que a menudo enfrenta desafíos únicos: los fuertes. Este blog explora cómo debemos tratar a los fuertes en la iglesia y por qué son esenciales para la obra de Dios. Basado en el sermón del Pastor Jonathan Ashcraft de la Iglesia Bautista Monte Hebrón, aprenderemos cómo apoyar, animar y respetar a estos líderes.
¿Qué Significa Ser Fuerte?
Ser fuerte no solo se refiere a la fuerza física, sino también a la fortaleza espiritual, emocional y de carácter. Una persona fuerte es aquella que tiene la capacidad de tomar decisiones difíciles, perseverar en la adversidad y guiar a otros hacia lo correcto. En la Biblia, vemos ejemplos de líderes fuertes como Pablo y Pedro, quienes enfrentaron desafíos y críticas por su fe y liderazgo.
La iglesia necesita personas fuertes en todas las áreas, desde maestros y diáconos hasta líderes ministeriales. Estos hombres y mujeres llevan la carga del liderazgo, toman decisiones difíciles y son un ejemplo para los demás.
“Sed fuertes y valientes; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” (Deuteronomio 31:6)
La Importancia de los Fuertes en la Iglesia
Los fuertes son esenciales porque sostienen a la iglesia en momentos de dificultad. Sin ellos, la iglesia se debilita, y es más difícil avanzar en la obra de Dios. En una empresa, un equipo deportivo o una nación, los fuertes marcan la diferencia. Del mismo modo, en la iglesia, los líderes fuertes guían al rebaño y aseguran que las decisiones se tomen con sabiduría y valor.
¿Qué Sucede Cuando Los Fuertes Son Debilitados?
Cuando los fuertes son debilitados por críticas o desánimo, todos los demás sufren. Por ejemplo, el Pastor Jonathan habló sobre la historia de Steve Jobs en Apple. Cuando fue removido, la empresa casi cayó en bancarrota. Sin embargo, cuando regresó, Apple se convirtió en una de las marcas más fuertes del mundo.
Esto también aplica a la iglesia. Si los líderes fuertes son debilitados, la iglesia pierde dirección y propósito.
¿Por Qué Criticamos a los Fuertes?
Hay algo en la naturaleza humana que nos lleva a criticar a los fuertes. A menudo, preferimos alinearnos con los débiles porque nos identificamos con sus luchas. Sin embargo, al criticar a los fuertes, debilitamos a quienes nos sostienen.
“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.” (Juan 7:24)
Los débiles tienden a criticar a los fuertes por varias razones:
Inseguridad: Los débiles pueden sentirse amenazados por la firmeza de los fuertes.
Celos: A veces, la fortaleza de otros resalta nuestras propias debilidades.
Falta de entendimiento: No siempre comprendemos las decisiones difíciles que toman los fuertes.
Cómo Tratar a los Fuertes en la Iglesia
1. Animarlos y Apoyarlos
Los líderes fuertes enfrentan grandes cargas. A menudo, son los más criticados y los que menos apoyo reciben. Es nuestra responsabilidad como iglesia orar por ellos, animarlos y brindarles nuestro apoyo.
“Orad por nosotros; pues confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo.”(Hebreos 13:18)
Algunas formas de animar a los fuertes incluyen:
Decirles palabras de aliento.
Reconocer su trabajo y esfuerzo.
Orar específicamente por ellos.
2. Respetarlos
El respeto hacia los líderes fuertes es fundamental. Aunque no siempre estemos de acuerdo con sus decisiones, debemos reconocer que actúan en beneficio de la iglesia. Respetar significa no hablar mal de ellos ni criticar sus decisiones sin fundamento.
“Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa.” (Efesios 6:2)
3. Reconocer que También Tienen Debilidades
Es fácil olvidar que los fuertes también son humanos. Ellos tienen debilidades, cometen errores y enfrentan luchas personales. No debemos desilusionarnos cuando un líder fuerte muestra su humanidad. En lugar de eso, debemos tener paciencia y gracia con ellos.
“Porque todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” (Romanos 3:23)
4. Evitar las Críticas Destructivas
Las críticas injustas son una de las mayores cargas que enfrentan los líderes fuertes. Antes de criticar, debemos reflexionar sobre nuestras propias motivaciones y considerar el impacto de nuestras palabras.
“La blanda respuesta quita la ira; más la palabra áspera hace subir el furor.” (Proverbios 15:1)
Ejemplos Bíblicos de Líderes Fuertes
Pablo y Pedro
Pablo y Pedro son ejemplos de líderes fuertes que enfrentaron críticas y desafíos. Ambos cometieron errores, pero su liderazgo fue esencial para la iglesia primitiva.
Pablo: Fue criticado por su pasado como perseguidor de cristianos, pero Dios lo usó poderosamente para escribir gran parte del Nuevo Testamento.
Pedro: Era impulsivo y cometió errores, como negar a Jesús. Sin embargo, fue un pilar de la iglesia en Jerusalén.
Bernabé y Pablo
En Hechos 15, vemos un desacuerdo entre Pablo y Bernabé sobre si llevar a Juan Marcos en su viaje misionero. Ambos eran hombres fuertes, pero su humanidad quedó evidente en este conflicto. Aunque se separaron, Dios usó sus diferencias para expandir Su obra.
“Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro.” (Hechos 15:39)
La Necesidad de Hombres y Mujeres Fuertes en la Iglesia
La iglesia no puede avanzar sin hombres y mujeres fuertes. Ya sea en roles de liderazgo o en ministerios específicos, necesitamos personas que puedan tomar decisiones firmes y guiar a otros.
Hombres Fuertes
Un hombre fuerte en la iglesia sabe decir "no" cuando es necesario. No se deja llevar por la popularidad ni por el deseo de agradar a todos.
Mujeres Fuertes
Las mujeres fuertes también son esenciales. A menudo, ocupan roles donde su toque especial es indispensable, como en el cuidado de niños o la educación. Aunque pueden enfrentar críticas, especialmente de hombres débiles, su trabajo es vital para el ministerio.
Conclusión: Apreciemos y Apoyemos a los Fuertes
Los fuertes en la iglesia son un regalo de Dios. Aunque no siempre sean populares o comprendidos, son esenciales para el crecimiento y la estabilidad de la iglesia. Nuestra tarea es apoyarlos, animarlos y respetarlos.
Recuerda que todos somos parte del cuerpo de Cristo, y cuando fortalecemos a nuestros líderes, fortalecemos toda la iglesia.
“Por tanto, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.” (1 Tesalonicenses 5:11)
Invitación Final
¿Te gustaría aprender más sobre cómo fortalecer tu vida espiritual y apoyar a los líderes de tu iglesia? Te invitamos a la Iglesia Bautista Monte Hebrón, donde encontrarás enseñanzas prácticas y un lugar para crecer en tu fe.
📅 Horarios de Servicios:
Domingos: 10:30 a.m., 11:30 a.m., 6:00 p.m.
Miércoles: 7:30 p.m.
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