“Cómodos con el pecado”
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Amós 6:1
¡Ay de los reposados en Sion, y de los confiados en el monte de Samaria, los notables y principales entre las naciones, a los cuales acude la casa de Israel!
Santiago 1:12-15
12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. 13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
Introducción
La Biblia hace muchas referencias a la vida cristiana en términos bélicos — “Tomad toda la armadura de Dios”. “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.” “Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino espirituales...” “He peleado la buena batalla...”
También se nos amonesta que velemos y oremos a causa de nuestro adversario el diablo.
Uno de los peligros de la vida cristiana es la comodidad. Vivimos en demasiado contacto con el sistema mundano humanista secular. He escuchado a predicadores - no liberales - tal vez no fundamentalistas, pero conservadores - animar a su gente a ir al cine para ver cierta película que recomiendan. Nunca escucharás esa recomendación desde este púlpito.
Santiago 4:4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”
Esas son palabras fuertes. Cuando la Biblia habla de “el mundo”, está hablando del sistema humanista, secular, profano, con sus valores, sus conceptos y sus puntos de vista. Es una mentalidad totalmente desprovista de cualquier concepto espiritual. El mundano toma decisiones sin tomar en cuenta las consecuencias espirituales.
En Santiago 4:13-15 dice “¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; 14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. 15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Trágicamente, muchos, si no la mayoría de los cristianos, viven sus vidas, día tras día, exactamente como sus contrapartes inconversos. Es posible ser salvo y vivir como mundano.
La mundanalidad no siempre se manifiesta en lo que llamamos “mundanalidad”. No tienes que vestirte o lucir o hablar como el mundo para ser mundano. No tienes que frecuentar los lugares, inhalar las sustancias, ni participar en las actividades del mundo. No siempre es cuestión de apariencia o participación. Siempre es cuestión de mentalidad. De valores. De la perspectiva desde la cual tomamos las decisiones grandes y pequeñas de la vida.
Pablo hace un contraste en Romanos 8:6 entre estas dos mentalidades: espiritual y carnal: dice “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.” La palabra “ocuparse” se refiere a la inclinación.
Y en los vs 7-9 dice “Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu,”
Es imposible vivir una vida cristiana victoriosa y pensar como el mundo, seguir los designios de la carne. Es imposible vivir en la bendición de Dios y decidir y pensar como el mundano decide y piensa.
1 Corintios 2:16 dice que tenemos la mente de Cristo. El salvo, el redimido, tiene acceso al mismo proceso mental, intelectual, que Cristo. No significa que somos igualmente iteligente que Él. Nadie lo es. Pero podemos tomar nuestras decisiones, nuestras elecciones, y hacer nuestras determinaciones desde la misma perspectiva y con los mismos valores con que Cristo lo hacía.
Juan 8:29 “Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.”
Compare esto con lo que vemos en Romanos 6:7 “y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu...”
I Tesalonicenses 4:1 “Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios así abundéis más y más.”
Nada en la vida del cristiano es más importante que agradar a Dios.
En Hebreos 13:20-21, en sus últimos comentarios a los Hebreos, el autor de ese libro, que posiblemente fue el Apóstol Pablo, “Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21 os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
¿Por qué predicamos separación bíblica? ¿Por qué definimos no solo el pecado, sino las cosas que inducen al cristiano al pecado? ¿Por qué insistimos que el cristiano viva una vida apartada de la contaminación del mundo? ¿Para lucir “espirituales”? ¿Para presumir que somos “mejores” que los demás? ¡No! Es para que vivamos de manera que agraden a Dios. Y es imposible vivir esa clase de vida y al mismo tiempo vivir en amistad íntima con el mundo.
Regresando al principio del mensaje, a la referencia de los “reposados en Sión”, es muy difícil para un cristiano vivir en tan cercana proximidad con el mundo sin llegar a alcanzar una comodidad con sus costumbres, sus valores y su mentalidad.
Esta es la lucha que sostiene el cristiano que quiere vivir una vida victoriosa y bendecida por Dios. Hay varias tácticas que encontramos en la Biblia que le ayudan a un cristiano sincero a protegerse de la influencia negativa del mundo en que vive.
En Santiago 1:12-15 hay una secuencia que describe el proceso que produce muerte - NO muerte física, sino espiritual - en este caso, separación de Dios. Hay siete pasos que el cristiano debe evitar para vivir una vida que agrada a Dios y que Dios pueda bendecir.
El paso final es “muerte”. “Muerte” (vs 15) habla de separación - separación de Dios.
Vs 12. Primero dice: “Bienaventurado el varón que soporta la tentación...” Esto habla de resistencia. “Tentación” es el primer paso hacia esa separación.
vs 13: “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie.”
¿Cómo evito ser tentado? Evita la ocasión, la oportunidad.
Gálatas 5:13: “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.”
Romanos 13:13-14: “Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras y envida, 14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.”
La forma de evitar la tentación, y la subsecuente muerte que produce, es simplemente no proveer para los deseos de la carne. No frecuentar los lugares donde soy tentado. No entretener los pensamientos que me tientan. No ver lo que me tienta. No participar en conversaciones que me tientan.
Vs 14: “sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.”
“Concupiscencia” es deseo incorrecto. Codicia. Es desear lo que uno no debe tener. Pero mire la palabra “propia”. En otras palabras, cada uno tiene su “propia concupiscencia”. Es algo que en particular le tienta. Lo que tienta a uno tal vez no tienta a otro.
La palabra “propia” también tiene el sentido de “privado”, algo que nadie más conoce.
II Reyes 17:9: “Y los hijos de Israel hicieron secretamente cosas no rectas contra Jehová su Dios...”
Tal vez estas son las cosas más difíciles de tratar, porque nadie más las conoce. ¿Cómo está tu vida privada? ¿Vives una “doble vida?” ¿Hay cosas en tu vida que te avergonzarían si alguien más las descubriera?
Allí es donde la victoria se gana o se pierde. Es peligrosamente fácil mantener la “...apariencia de piedad, pero negar la eficacia de ella”.
La palabra “eficacia” es la palabra “dunamis” que significa literalmente “poder milagroso”. Es la misma palabra que se usa en Romanos 1:16: “Porque no me avergüenzo evangelio porque es poder de Dios para salvación, a todo aquel que cree, al judío primeramente, y también al griego.” Y añade: “a estos evita.”
“Negar la eficacia de la piedad” es “renunciar, rechazar, restringir”. El pecado oculto, privado, no confesado, niega - limita el poder de Dios para salvar y para santificar.
Se mencionan dos cosas más en el vs 14: “atraído y seducido.”
Hay una fuerte atracción en nuestra antigua naturaleza a las cosas del mundo - a lo carnal y lo mundanal. Es imposible negar que hay un deleite momentáneo en el pecado, pero ese deleite es usado por el enemigo para atraer y seducir.
Recuerde que Santiago está hablando a cristianos - cristianos del primer siglo, tal vez los mejores que jamás vivieron. No está escribiendo a inconversos ni a cristianos mundanos. Pero sabía que el mejor cristiano está expuesto a estos peligros cuando no atiende su vida interior, privada, como debe.
La palabra “seducido” significa “atrapado”. El pecado tiende una trampa o lazo para el cristiano.
Salmo 124:6-8 “Bendito sea Jehová, que no nos dio por presa a los dientes de ellos. 7 Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; Se rompió el lazo, y escapamos nosotros, 8 Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, Que hizo el cielo y la tierra.”
Santiago 1:15 “Entonces, la concupiscencia después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.’
Lo que queremos evitar es la muerte - separación de Dios. Mire los pasos que llevan a la muerte:
Tentación, propia concupiscencia, atracción, seducción, pecado y finalmente, muerte.
¿Con cuál de esas cosas está batallando Ud., mi hermano?
Te expones innecesariamente a la tentación? ¿Frecuentas lugares o personas o pensamientos que te inducen a pecar?
¿Cómo está tu vida privada? Salmo 66:18: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.”
“Mirar” es permitir, considerar, disfrutar, experimentar, percibir, mirar detenidamente iniquidad en mi corazón - ponerse CÓMODO.
¡Cuántas oraciones no son contestadas por permitir, considerar, disfrutar, experimentar, percibir o mirar detenidamente – PONERSE CÓMODO con el pecado!