2 Crónicas 14:11
Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: !!Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre.
Introducción
La oración es la herramienta mas poderosa dada al Cristiano. Un salmista contemporáneo dijo: “La oración es igual de poderosa que Dios.” Santiago dijo: “La oración eficaz del justo puede mucho.”
Es triste cuántos Cristianos tienen a su alcance el poder de la oración y no lo aprovechan. La verdad es que esto provoca a Dios a ira. Cuando Jesus echó a los cambistas del templo dijo: “Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.” Cuando hubo impedimento para la oración, Jesus tomó el asunto en sus manos.
Dios espera que pasemos tiempo en oración con Él. La Palabra De Dios dice claramente: “Orad sin cesár”. Debemos de estar en un espíritu continuo de oración – una actitud constante de comunicación con Dios – como una conversación que dura todo el día, quizás interrumpido por unos momentos de ves en cuando, pero constante y sin cesar.
Dios nos ha dado esta linea de comunicación abierta con el para que la disfrutemos. Que quede claro, el propósito de la oración no es conseguir lo que queremos. Es tener comunión con Dios. El conseguir lo que queremos es un resultado secundario de la oración.
Uno habla con su amigo, no solo para recibir lo que quiere de el. Pero todos tenemos un amigo que solo nos llama cuando quieren algo. A nadie le cae bien ese “amigo”.
Uno no habla con su pareja solo para conseguir lo que quiere de el o ella. Tenemos compañerismo – una relación – con nuestra pareja porque la amamos y queremos estar en su presencia.
De eso se trata la oración: de estar en la presencia De Dios. De eso se trata nuestra relación con Dios, estar en su presencia. ¡Qué importante es simplemente acercarnos a Dios en oración para estar en su presencia! No para pedirle algo. No para mandarle a hacer algo de nuestra parte (qué peligroso orar oraciones mandonas – qué peligroso echarle en cara a Dios sus promesas como si fueran cláusulas en un contrato).
Oramos para estar en la presencia de Dios. Sin embargo, Dios ha prometido contestar nuestras oraciones y no solo contestar lo que pedimos sino ir mas allá de nuestras expectativas.
“Clama a mi y yo te responderé y te enseñare cosas grandes y ocultas que tu no conoces.” Jeremías 33:3
Jesus dijo: “Pedid y se os dará, buscád y hallaréis, llamad y la puerta se os abrirá.”
El apostle dijo: “No tenéis porque no pedis.”
Es muy obvio, el Cristiano se priva de bendiciones cuando es negligente en la oración constante y consistente. Y mientras ha lugar para la oración que nace de la urgencia, una vida de oración que depende de la crisis para activarse es una vida de oración atrofiada y débil.
Tenemos tantos ejemplos en la Biblia de personas cuyas oraciones fueron contestadas. Tantas historias que no las podemos nombrar.
Josué oro y el sol se detuvo en el cielo mientras Israel luchó por la victoria y Dios contestó.
Gedeón oro por la revelación de la voluntad de Dios y Dios contestó.
Sanson oro por una victoria final y Dios contestó.
Ana oro por un bebe a pesar de su vientre esteríl y Dios contestó.
David oró por victoria sobre Golead y Dios contestó.
Salomón oró por sabiduría para reinar y Dios contestó.
Elías oró por fuego del cielo que consumiera el altar y Dios contestó.
Eliseo oró para que los ojos de su siervo fueran abiertos para ver el ejercito de ángeles que los rodeaban en protección y Dios contestó.
Nehemías oró por la bendición de Dios sobre la reconstrucción del muro y las puertas de la ciudad de Jerusalén y Dios contestó.
Job oró por alivio y arrepentimiento y Dios contestó.
Isaías oró por santidad personal y Dios contestó.
Ezequías oró por libertadlo y Dios contestó.
Jeremías oró por el juicio de Dios y Dios contestó.
Ezequiel oró por el remanente fiel y Dios contestó.
Daniel oró por revelación y Dios contestó.
Jonás oro por libertad del gran pez y Dios contestó.
Los disciples oraron por poder y denuedo para predicar y Dios contestó.
Pedro oró por la resurrección de Tabita y Dios contestó.
Jesús oró el el huerto “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya,” y Dios contestó.
Jesus oró: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hace,” y Dios contestó.
Estoy diciendo, hermano, mientras no es el propósito principal de la oración conseguir lo que queremos, si conseguimos lo que queremos como resultado secundario de una vida de oración ferviente y constante.
En 2 de Crónicas tenemos una oración modelo que quiere que examinemos por unos minutos. Esta oración contiene cuatro elementos claves para la oración exitosa.
Vemos al rey Asa que se enfrenta con el ejercito de Zera el rey de los etíopes. Era obvio que esta batalla sería determinante para Israel. Las probabilidades no estaban en su favor. Asa contaba con 580 mil hombres y Zera contaba con un millón de hombres. Era obvio, en términos militares, que Asa perdería la batalla. No había manera que 580 mil hombres ganarían en contra de un millón de hombres. Algo milagroso tendría que suceder para que Asa ganara la batalla.
Pero aunque Zera tenía la ventaja militar, Asa tenía la ventaja espiritual. Asa conocía a alguien que podia inclinar la balanza a su favor. El versículo 11 nos relata la oración de Asa de esta manera: “Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: !!Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre.”
Vamos a ver cuatro indispensables de la oración de Asa.
1. Fue Sincero – “Clamó”
Esta no fue una oración pasajera. No fue una petición hecha como suspiro. Asa clamó. Quiere decir que posiblemente lloró. Es posible que hasta gritó. Asa estaba frente a frente con un enemigo con quien no podía. Todo dependía de esta oración. Si Dios no contesta estar oración, sería el fin de Israel. Si Dios no contesta esta oración todo lo que Asa y sus padres habían trabajado para construir será perdido. Si Dios no contesta esta oración, sus soldados, sus súbditos y hasta su familia moriría – su esposa, sus hijos, sus nietos. Todo dependía de que Dios contestara esta oración.
Hermano, ¿cuando fue la última vez que Usted se postró en tierra y clamo a Dios por una necesidad determinante en su vida? ¿Cuándo fue la ultima vez que su oración le llevó a llorar, a gemir dentro de usted mismo, o a levanta la voz para que Dios le escuchara.
Nuestra oración a veces es tan débil que no pasa del techo. El trono de Dios está a nuestra disposición para que nos acerquemos confiadamente. Tenemos libre acceso al Padre por medio del Señor Jesucristo, pero la mayoría del tiempo, somos tan pasajeros y apáticos en nuestra oración que muy apenas se oyen nuestras palabras en el Cielo.
Asa clamó. Asa hizo que Dios escuchara su voz. Clamó sin temor porque sabia que Dios oiría su voz. Dios quiere oró su voz, hermano. Clame a el en oración.
2. Fue personal – “a Jehová SU Dios”
“Clamo Asa a Jehová SU Dios”. Esta oración fue una oración personal. Asa calmo a Jehová su Dios – y era Jehová su Dios, porque Asa tenia una relación personal con el. No fue Jehová, el Dios de sus padres. No fue Jehová, el Dios del profeta. No fue Jehová, el Dios la Biblia. Fue Jehová, Su, Dios.
Hermano, no puede clamar al Dios de otro. Jehová bien que ser su Dios. Usted quiere que fomentar una relación personal con Dios para poder tener la confianza de acercarse a el a pedir lo que sea en oración. Tantas veces oramos con pena. Oramos que timidez, porque sabemos que hace tanto tiempo que no nos acercamos a Dios. Hasta llegamos a pensar que Dios no se acuerda de nosotros.
Qué pena que un hijo no tenga una relación con su padre. Que pena que una esposa no tenga una relación con su esposo. Dios es nuestro padre y la iglesia, nosotros, como la esposa del Cordero. Tenemos libre acceso a el.
Joven, el es Jehová tu Dios.
Señorita, el es Jehová tu Dios.
Padre de familia, el es Jehhová tu Dios.
Mamá, el es Jehová tu Dios.
Clama, personalmente.
3. Fue Definitivo – “Ayúdanos”
Asa dijo: “Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro.” Se fue directo al grano. Fue definitivo en su oración. Y pudo hacer esto porque ya tenia una vida de oración. No tuvo que detenerse para volver a presentarse a Dios de nuevo después de tanto tiempo de no haber hablado con el.
Hermano, tuviéramos confianza para pedir si tuviéramos una comunicación continua. Nos detenemos en pedir por nuestras necesidades porque hace tanto tiempo que no oramos que no tenemos confianza para pedir.
A veces ni sabemos que pedir porque no sabemos cual es la necesidad. No sabemos pedir como conviene. Pero la Palabra de Dios dice que el Espíritu nos ayuda en nuestra oración. El pida por nosotros. Pero tenemos que tener una confianza con el.
El Espíritu Santo mora en cada Creyente. El intercede por nosotros con gemidos indecibles. Eso solamente sucede cuando por el Espíritu y no según la carne.
Asa pidió algo que el sabía que Dios quería contestar. El estaba convencido de que Dios quiera esto para su pueblo y pudo pedir con esa confianza.
Cuantas veces pedimos lo que sabemos que no nos conviene. Hermanos, pidamos de acuerdo a la voluntad de Dios.
La próximas vez que usted ore pida definitivamente. Clame, personalmente, definitivamente y…
4. Fue con Fe – “en ti nos apoyamos”
Asa fue claro. Dijo, “en ti nos apoyamos.” Como si tuviera alguna alternativa, ¿verdad? Hermano toda nuestra vida depende De Dios.
No dudo de la fuerza del ejercito del rey Asa. Israel era un poder mundial en esos días como lo es hoy. Israel tenia algunos de los soldados mas capaces del mundo. Algunas generaciones antes, un muchacho, pastor de ovejas, venció a un gigante que media 3 metros de altura con un lanza y una piedra.
Asa pudo haber confiado en el poder de su ejercito, en la capacidad de sus generales, en la fuerza de sus soldados, en la resistencia de su armadura, pero Asa sabia algo, todo eso no era nada en comparación con el poder De Dios.
Hermano, en la situación con que usted se enfrente, recuerde… Dios pueda.
No hay imposible para Dios, no lo hay, no lo hay.
Mi Dios tiene todo poder.
El hizo todo lo que existe, el Cielo tierra y mar.
Mi Dios tiene todo poder.
Dios tiene poder que divide las aguas.
Dios tiene poder que mueve montes.
Dios tiene poder que levanta huesos secos.
Dios tiene poder que cierra las bocas de los leones.
Dios tiene poder que hace descender fuego del Cielo.
Nunca hagas a un lado el poder de Dios.
Asa clamo, personalmente, directamente y con fe y Dios contestó.
5. Fue contestada – Versículos 12-15
11 Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: !!Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre.
12 Y Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los etíopes.
13 Y Asa, y el pueblo que con él estaba, los persiguieron hasta Gerar; y cayeron los etíopes hasta no quedar en ellos aliento, porque fueron deshechos delante de Jehová y de su ejército. Y les tomaron muy grande botín.
Conclusión
Hermano, hay poder en la oración. La oración eficaz del justo puede mucho.
¿Cuándo fue la última vez que Dios contestó su oración? ¿Qué le falta? ¿Clamar? ¿Ser personal? ¿Ser definitivo? ¿Fe?
La razón principal por la oración es tener una relación personal con Dios, pero una de las bendiciones secundarias de la oración es conseguir lo que necesitamos. Dios esta dispuesto a contestar su oración. Pero no sea como ese amigo que solamente se aparece cuando quiere algo. Hágase amigo de Dios.