¿Cómo Cumplió con Todo? Lecciones de la Mujer Virtuosa
Hermana Karin Foust
La mujer de Proverbios 31 es un ejemplo que muchas veces nos desafía. Parece inalcanzable con todo lo que logró: cuidar de su familia, administrar su hogar, trabajar, ser generosa y mantenerse fuerte. Pero, ¿cómo lo logró? La maestra Karin Foust nos brinda claves prácticas para aplicar estas enseñanzas a nuestra vida diaria.
1. Dio Tiempo a las Cosas Importantes
La prioridad de la mujer virtuosa era su familia. Muchas de sus acciones estaban dirigidas a bendecir a su esposo e hijos. Efesios 5:16 nos recuerda que debemos "aprovechar bien el tiempo" porque los días son cortos.
¿Cómo hacerlo?
Tener un plan: No podemos vivir sin un horario. Es necesario organizar nuestro día para enfocarnos en lo más importante.
Poner prioridades en el horario: Asegúrate de que tu tiempo refleje lo que realmente valoras: Dios, familia, ministerio.
Compartir tu horario: Comunicarlo con tu esposo, hijos y colaboradores ayudará a que todos trabajen en armonía.
2. Tenía Energía Suficiente para Cumplir su Plan
La Biblia menciona que esta mujer trabajaba con sus manos, cuidaba de su hogar y de los necesitados. No era alguien sin fuerzas; al contrario, se fortalecía para cumplir su llamado.
¿Cómo aumentar nuestra energía?
Cuidar la alimentación: Comer de manera saludable impacta directamente en nuestro rendimiento diario.
Hacer ejercicio: Proverbios 31:17 dice que "ciñe de fuerza sus lomos y esfuerza sus brazos". Tener actividad física mejora nuestro bienestar.
Descansar adecuadamente: Relajarse también es parte de cuidar nuestro cuerpo. Encuentra actividades que te ayuden a renovarte.
Depender de Dios: Nuestra verdadera fuente de fuerza viene del Señor. Mateo 11:28 nos invita a ir a él cuando estemos cansadas.
3. Invirtió sus Recursos con Sabiduría
Cada una de nosotras tiene recursos, aunque no siempre sean materiales. La mujer virtuosa supo invertir lo que tenía para beneficio de su hogar y para el futuro.
¿Cómo aplicar esto?
Invertir en el futuro: No solo en bienes materiales, sino en la vida espiritual de nuestra familia.
Evitar gastos innecesarios: Evaluar en qué estamos gastando nuestro tiempo y dinero.
Colocar nuestro tesoro en lo eterno: Mateo 6:21 nos dice que "donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón". Invirtamos en lo que tiene valor eterno.
Conclusión
La mujer de Proverbios 31 no logró todo por casualidad. Planeó, priorizó, se fortaleció y confió en Dios. Si seguimos estos principios, también podremos administrar nuestro tiempo con sabiduría y vivir conforme al propósito de Dios.