Cómo Avanzar al Siguiente Nivel en tu Ministerio
Pastor Zacarías Foust
El pastor Zacarías Foust nos comparte principios clave para llevar el ministerio al siguiente nivel. Basado en su experiencia en el campo misionero y en el pastoreo, nos invita a evaluar nuestras acciones y estrategias para un crecimiento saludable y sostenido de la iglesia.
La Gran Comisión: Nuestra Guía Fundamental
Mateo 28:16-20 nos recuerda el llamado de Cristo a sus seguidores. La Gran Comisión no es una sugerencia, sino un mandato que debe regir cada acción en el ministerio.
Tres Claves para el Crecimiento Ministerial:
1. Asistencia: Atraer y Retener Personas
Orar y pedir a Dios que revele fallas. Si algo no está funcionando en la iglesia, debemos preguntarnos si el problema radica en nosotros.
Revisar la imagen que proyectamos. La presentación personal y del templo influye en la percepción de los visitantes.
Invertir en materiales presentables. Materiales evangelísticos de calidad generan una mejor recepción.
Trabajar arduamente. Si queremos ver crecimiento, debemos esforzarnos en la evangelización y la enseñanza.
Invitar a otros a acompañarnos. Nadie debe servir en soledad; formar equipos fortalece el ministerio.
2. Retención: Mantener a los Nuevos Creyentes
Orar y pedir dirección. Si la gente visita pero no regresa, algo está fallando.
Revisar la imagen en la iglesia. La primera impresión cuenta; desde la puntualidad hasta el servicio, todo debe estar en orden.
Eliminación de tiempos muertos. Los cultos deben fluir sin interrupciones innecesarias.
Cuidar el sistema de sonido y la música. Un sonido adecuado y una música animada (pero reverente) son clave.
Infraestructura digna. Baños limpios, buena iluminación y un ambiente acogedor hacen la diferencia.
Seguimiento inmediato. Visitar a los nuevos creyentes dentro de las primeras 24 horas aumenta la posibilidad de retención.
3. Desarrollo: Formación y Multiplicación
Buscar oportunidades para crecer. Proyectos evangelísticos, discipulados y eventos pueden impulsar la iglesia.
Invertir en materiales y programas de sana doctrina. La enseñanza bíblica sólida previene el error doctrinal.
Delegar responsabilidades. Los miembros deben ser entrenados y puestos en servicio.
Pagar a algunos para servir. Cuando sea posible, contratar personal ayuda a mejorar la organización.
Conclusión
El crecimiento ministerial no es automático; requiere oración, trabajo y estrategias claras. Dios desea que Su iglesia prospere y Su obra avance. Implementemos estos principios con fe y compromiso.