Fuertes en la Palabra: La Fortaleza del Cristiano

La Palabra de Dios es suficiente

El salmista comprendió una verdad fundamental: la Palabra de Dios es suficiente. Suficiente para guiar, suficiente para fortalecer, suficiente para corregir y suficiente para iluminar el camino en los momentos más oscuros. David veía la Palabra de Dios como una lámpara y una lumbrera (Salmo 119:105), como el recurso esencial para vivir en fidelidad y victoria.

El apóstol Pablo también declaró que la Palabra de Dios es útil (2 Timoteo 3:16-17). No es un libro antiguo e irrelevante, sino un libro vivo y eficaz, un libro que cambia vidas, un libro que levanta al desanimado y corrige al desviado. Si un cristiano está débil espiritualmente, lo más probable es que no esté alimentándose diariamente de la Palabra de Dios.

Nuestra fortaleza proviene de Dios

El profeta Isaías nos da una gran promesa en Isaías 40:28-31:

“Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas... Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”

¿Por qué estamos débiles?

  • Por las cargas del mundo.

  • Por el pecado que nos aparta de Dios.

  • Por los problemas que enfrentamos.

Pero Dios no se cansa ni desfallece, y Él da fuerzas al débil mediante Su Palabra. ¡Cada día podemos encontrar en la Biblia la fortaleza para seguir adelante!

La Palabra nos fortalece en la tentación

En 1 Corintios 10:13, Dios nos asegura que ninguna tentación es demasiado grande para resistirla con Su ayuda:

"Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir."

¿Y cómo resistimos la tentación? Jesús nos dio el ejemplo en Mateo 4. Cuando Satanás lo tentó, tres veces respondió con "Escrito está".

  • "No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." (Mateo 4:4)

  • "No tentarás al Señor tu Dios." (Mateo 4:7)

  • "Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás." (Mateo 4:10)

Si Jesús venció la tentación con la Escritura, nosotros también debemos usar la Palabra de Dios como nuestra arma contra el pecado.

Dios nos fortalece cuando tenemos temor

Muchos cristianos tienen miedo de compartir su fe, de hablar de Cristo con otros. Así se sintió Moisés cuando Dios lo llamó. En Éxodo 4, Moisés dijo:

"Señor, nunca he sido hombre de fácil palabra... porque soy tardo en el habla y torpe de lengua."

Pero Dios le respondió:

"¿Quién dio la boca al hombre? ¿Quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca." (Éxodo 4:11-12)

Cuando sentimos miedo de compartir el Evangelio, Dios nos dará las palabras correctas.

¿Tienes temor de hablar de Cristo?

  • No temas el rechazo. Cuando alguien rechaza el mensaje, no te está rechazando a ti, sino a Dios.

  • No temas equivocarte. Dios pone las palabras en tu boca (Jeremías 1:9).

  • No temas lo que piensen los demás. Lo importante es lo que piensan de Cristo.

La Palabra de Dios nos fortalece en tiempos de miedo

Hoy en día, el mundo está lleno de malas noticias. El miedo nos rodea: miedo a la inseguridad, miedo a las enfermedades, miedo al futuro. Pero Dios nos dice en Isaías 41:10:

"No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia."

El temor es una señal de falta de fe. Si vivimos en temor, es porque nos falta fe en Dios.

¿Cómo fortalecemos nuestra fe?

Romanos 10:17 nos da la respuesta:

"La fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios."

Cuanto más leemos y meditamos en la Biblia, más fuerte será nuestra fe y menos poder tendrá el temor en nuestra vida.

¿Cuánto tiempo pasas en la Palabra de Dios?

Muchos cristianos tienen la Biblia como un adorno en casa, pero no la leen diariamente. Queremos fuerzas, pero no nos alimentamos del pan espiritual. Queremos fe, pero no escuchamos la Palabra.

Aquí hay un reto sencillo: 15 minutos al día en la Biblia.

  • 8 minutos en la mañana y 8 en la noche.

  • En un año, habrás leído TODA la Biblia.

  • Si tienes tiempo para redes sociales, televisión o entretenimiento, tienes tiempo para la Palabra de Dios.

Conclusión

La Palabra de Dios es nuestra fortaleza. Nos sostiene en la debilidad, nos da victoria sobre la tentación, nos ayuda a vencer el miedo y nos guía en cada paso de nuestra vida.

¿Quieres ser un cristiano fuerte? Entonces, sé un cristiano de la Palabra.

Que Dios nos ayude a depender cada día más de Su Palabra para vivir en victoria y fortaleza.

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